En El Caballero de la Noche, El Padrino y La Naranja Mecánica, entre otras cintas, los actores se tomaron libertades creativas que quedaron en el corte final.
Muchas de las escenas más famosas del cine no son el resultado de los guionistas ni de los directores, sino que de los mismos actores que se atrevieron a improvisar.
El sitio web Screen Rant reúne varias de estas escenas, dentro de las que se rescatan minutos de El Padrino, El Caballero de la Noche y La Naranja Mecánica, entre otros.
El gato del padrino: La famosa escena en la que Vito Corleone (Marlon Brando), sentencia a un hombre a que sea golpeado, resultó aún más fría de lo esperado, pues Brando tomó en sus brazos un gato que paseaba por el set, y lo acarició en forma amenazante. En la versión original, el animal no era parte de la escena, pero el felino logró convertirse en uno de los extras de la famosa cinta.
La improvisación de Heath Ledger: El Caballero de la Noche fue la gran despedida de Heath Ledger antes de morir, y el actor dejó su sello para siempre, interpretando al Guasón. El actor improvisó en varias escenas, entre las que se detacan los aplausos lentos y siniestros del personaje cuando estaba encerrado, y la famosa escena de la explosión del hospital.
En esta última, el guión original indica que el actor debía subirse al bus escolar, y que mientras se alejaba, comenzaría la explosión. Pero Ledger decidió quedarse abajo y jugar con el control remoto mientras explotaba el hospital a sus espaldas, dando un toque de humor a una escena más seria.
La risa de Mujer Bonita: Una de las películas más queridas de Julia Robert es Mujer Bonita, y una de las escenas más recordadas es aquella en la que Roberts sufre un ataque de risa, luego que Edward Lewis (Richard Gere) le regala un collar de diamantes. Improvisando, Gere cierra la caja en los dedos de Roberts, causando la risa de la actriz, que finalmente quedó en el corte final.
Cantando bajo la lluvia: En la adaptación cinematográfica de La Naranja Mecánica, Stanley Kubrick no podía estar contento con los resultados que obtenía durante el rodaje de la escena en la que el grupo liderado por Alex (Malcolm McDowell) entra a un departamento para destruirlo y abusar de la ocupante. Finalmente, el director le dijo al actor que hiciera cualquier cosa que quisiera. Acto seguido, McDowell comenzó a entonar Singing in the rain. Kubrick quedó tan encantado que compró los derechos para usar el tema en la película.
¿Me hablas a mi?: Una de las escenas más famosas de Taxi Driver, es aquella en que Robert de Niro mira al espejo y le dice la famosa frase. Pero en el guión, sólo se le pedía al actor que se hablara a si mismo mirándose al espejo, sin especificar el diálogo.
Un sargento de muchas palabras: En Nacido para matar, el sargento Hartman (R. Lee Ermey) abusa de los reclutas insultándolos con una serie de garabatos que no estaban en el libreto. En realidad, Ermey le envió a Kubrick 150 hojas con insultos, que se convirtieron en el 50% de su diálogo en la cinta.