Nadie realmente creyó la trillada excusa que decenas de hombres dieron para comprar una revista Playboy: «La compro por sus artículos, no por las fotografías de mujeres desnudas».
Las imágenes esas modelos eran, al fin y al cabo, la principal atracción.
Sin embargo, la revista tiene una larga y loable tradición literaria, ya que ha publicado cuentos de autores como John Steinbeck, Jack Kerouac, Arthur C. Clarke, Margaret Atwood y Haruki Murakami.
El fundador de Playboy, Hugh Hefner, quien murió el miércoles a los 91 años, una vez bromeó con un grupo de modelos durante una fiesta de aniversario: «Señoritas, han sido unos 25 años maravillosos y se lo debo todo a ustedes. Sin ustedes, no hubiera tenido nada a aparte de una revista literaria».
La exeditora literaria de Playboy, Amy Grace Loyd, resumió así la fórmula de la revista en 2009: «Tienes cosas que atraen el ojo masculino y a su vez cosas que enriquecen su vida intelectual y espiritual».
Un gran número de autores rehusaron escribir para Playboy «por principio o por la desaprobación de sus esposas o hijas», reconoció la que fuera editora de la revista. Pero muchos otros más aceptaron hacerlo.
«Podemos llegarle a tantas como cualquier otra revista y también estamos llegándole a personas que por lo general no leen ficción o, por lo menos, ficción literaria», explicó Loyd.
Playboy también les dio la oportunidad a los autores de publicar historias con contenido para adultos, controvertido y sin censura, además de pagarles muy bien.
«Estábamos dispuestos a publicar cosas que otros no se atrevían y los escritores estaban contentos con eso», dijo Hefner. «Muy pronto tuvimos la mayor circulación en el ámbito masculino, así que podíamos pagar más dinero».
A continuación, 11 de los más notables autores cuyos escritos aparecieron en las páginas de Playboy.
Roald Dahl, un autor de libros infantiles, incursionó en el campo de las oscuras fantasías en cuatro cuentos publicados entre 1965 y 1974.
Eran relatos de inescrupulosa y funesta seducción, en dos de los cuales figuraba un tal tío Oswald, «el mayor fornicador de todos los tiempos».
Fueron recopilados en un libro, «Switch Bitch», en 1974.
Dos años después de publicar el influyente clásico de la generación beat «On the Road» (En el camino), en 1957, Kerouak escribió un breve prefacio para Playboy titulado «Antes del camino».
El manuscrito mecanografiado fue uno de los más cotizados cuando Playboy lo incluyó en una subasta en 2003 y alcanzó los US$71.700.
A pesar de ser un ícono feminista, Margaret Atwood escribió varias historias para Playboy.
Incluyeron «The Bog Man», sobre una estudiante de arqueología que sale a una viaje campestre con su amante, un profesor casado, y descubre un cuerpo de 2.000 años de antigüedad completamente conservado.
Es posible que su poema «Miss July Grows Older» (La señorita julio envejece) estuviera inspirado en la revista, aunque no fue publicada en ella.
Trata de una chica de calendario que se percata de que ya no puede seguir comercializando su apariencia, ya que está envejeciendo y cree que muchas la pueden ocupar su lugar.
«Nueve vidas», una historia de ciencia ficción, amor, clones y minería extraterrestre, de la también autora feminista Ursula K. Le Guin se publicó en la revista en 1969.
Pero lo firmó con las iniciales U.K. Le Guin, porque el editor de Playboy afirmó que a muchos de los lectores les «asustaban las historias escritas por mujeres».
Le Guind comentaría después que esa fue la única vez que enfrentó prejuicios como autora. «Pero me sorprende darme cuenta de lo dócilmente que les seguí la corriente», reconoció.
Ian Fleming, el creador de James Bond, escribió varios cuentos para Playboy y su novela «Al servicio secreto de Su Majestad» fue publicada por episodios en varias ediciones de la revista en 1963.
En la película que se hizo a partir de la novela y que se estrenó seis años después, se puede ver al intérprete de Bond, George Lazenby, leyendo una copia de Playboy.
Cuando «Farenheit 451», una novela de Ray Bradbury sobre un mundo totalitario en el que se queman libros, salió al mercado en 1953. Aunque no fue inmediatamente reconocida como un clásico.
Se cree que, en uno de sus primeros golpes de astucia, Hefner pagó US$400 por los derechos para publicarla por episodios en su revista, acerándosela así a una audiencia más masiva.
El maestro de la ciencia ficción tuvo una larga asociación con Playboy, aunque seguramente su cuento más influyente fue «Marca F para Frankenstein», que salió a la luz en 1964.
Abordaba el tema de una red telefónica cada vez más interconectada que se apoderaba del mundo.
A un joven Tim Berners-Lee se le ocurrió comprar un ejemplar de la revista en la que fue publicada (por los artículos, obviamente) y reconoce que fue una de las inspiraciones para crear internet.
El autor de la escandalosa «Lolita», Vladimir Nabokov, publicó dos novelas completas en las páginas de Playboy, además de varios cuentos.
En 2009 Playboy se adjudicó otro éxito cuando la revista se ganó los derechos a su última novela inconclusa, «El original de Laura», y publicó un extracto de 5.000 palabras.
El gigante literario colombiano es uno de varios Premios Nobel cuyo trabajo fue incluido en Playboy.
Su cuento «El ahogado más hermoso del mundo» apareció en ella en 1968 y contó la historia de una pequeña aldea de pescadores en Sudamérica que intenta resolver el misterio de un cadáver encantador.
Playboy invirtió centenares de miles de dólares para enviar a uno de los pioneros de la literatura periodística del siglo XX, Normal Mailer, a África.
El evento «The Rumble in the Jungle» (El retumbo en la selva), la histórica pelea de boxeo entre George Foreman y Muhammad Ali en el entonces Zaire (ahora República Democrática del Congo), en 1974.
El artículo salió en dos partes y luego fue expandido a un libro titulado «La pelea».
Alice Denham
Después de escribir su novela «The Deal» (El acuerdo), sobre una joven mujer que acepta dormir con un viejo tahúr, Alice Denham hizo lo que ningún otro autor o autora hizo: posó en Playboy para sus sustento.
Tanto la historia como las fotos fueron publicadas en 1956.
Después de eso, se cuenta que la revista le rechazó otras dos historias con la excusa que no iba a publicar más trabajos firmados por mujeres.
FUENTE: BBC Mundo