El Paraje de la Confluencia todavía no soñaba con ser una ciudad. Juana Bustingorry fue una de las primeras neuquinas.
Se llamaba Juana Amalia Bustingorry y fue la primera bebé recién nacida en ser anotada en el Paraje de la Confluencia, un 30 de enero de 1898, hace exactamente 126 años, según recuerda el historiador Ricardo Koon en su libro de efemérides de Neuquén.
“Juanita”, como le decían, era hija del vasco francés Alejandro Bustingorry y la española Josefa Apestegui, una pareja que se había asentado primero en la provincia de Buenos Aires y luego había decidido probar mejor suerte en la Patagonia. El destino final de este matrimonio sería la zona donde hoy se encuentra El Chocón.
En la década del 20, Juanita conoció a Mauricio Arabarco, un hombre de origen vasco francés que también se había radicado en la Confluencia y se dedicaba a la cría de animales. Con este ganadero se casó y se afincó en un campo de El Cuy, provincia de Río Negro.
Juanita y Mauricio tuvieron cuatro hijos: Angélica, las mellizas Josefa (conocida como La Vasquita) y Estrella (fallecida cuando era una niña) y Mauricio.
Los descendientes de aquel matrimonio también tuvieron su historia y echaron raíces profundas que se convirtieron en parte de la joven y rica historia que tiene la provincia de Neuquén.
La historia cuenta que Juanita enviudó joven, que tuvo una larga vida dedicada al trabajo del campo, siempre acompañada por el cariño de su familia y que murió en 1990, cuando tenía 92 años.
Y la recuerda como la bebé número 1, la primera que fue registrada cuando el paraje de la Confluencia ni siquiera soñaba con ser una ciudad.
(La foto que ilustra esta nota pertenece a la familia Arabarco. En ella se ve a Juana Bustingorry en su vejez)
Fuente: LM Neuquén