¡Hallaron en Argentina un nuevo fósil de dinosaurio! Tenía cuello largo y pico de pato

La nueva especie, hallada en la Patagonia argentina, podría haber pesado hasta 15 toneladas. El fósil revela más información sobre los herbívoros que vivían en esta zona de Sudamérica.

Reconstrucción en vida de Sidersaura marae.

Reconstrucción en vida de Sidersaura marae. FOTOGRAFÍA DE GABRIEL DIAZ YANTÉN CONICET

El año comenzó con el descubrimiento de una nueva especie de dinosaurio herbívoro: Sidersaura marae. El hallazgo, que se produjo en el sur de Argentina y contó con el trabajo de un equipo de paleontólogos pertenecientes al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de ese país, fue publicado el 3 de enero de 2024 en la revista Historical Biology.

¿Lo imaginas? Así era el dinosaurio hallado en Argentina

De acuerdo con el comunicado oficial publicado por el Conicet, el animal era un rebaquisáurido (Rebbachisauridae). Es decir, formaba parte de una familia de dinosaurios caracterizados por tener hocicos anchos tipo pato, que les facilitaban alimentarse de la vegetación baja, y por poseer los huesos de la columna vertebral rellenos de espacios con aire (como en las aves), lo cual les concedía un peso menor del esperable.

“Los rebaquisáuridos fueron dinosaurios muy importantes en los ecosistemas cretácicos y desaparecieron a mediados de este período en un evento de extinción masiva que tuvo lugar hace 90 millones de años”, describió en el comunicado oficial Sebastián Apesteguía, investigador del Conicet, director del Área de Paleontología de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara (que funciona en la Universidad Maimónides) y uno de los autores del trabajo.

Además, habría sido un dinosaurio herbívoro, cuadrúpedo, con cuello y cola largos. En cuanto a su tamaño, se estima que Sidersaura era la especie más grande de la familia: habría llegado a pesar 15 toneladas, con una longitud de entre 18 y 20 metros.

Una característica destacada es la forma estrellada de sus arcos hemales (huesos de la cola), que permite distinguir a Sidersaura de otros dinosaurios. “Esta particularidad es la que le da nombre a la especie, dado que sider significa ‘estrella’ en latín”, explicó Lucas Lerzo, autor principal del estudio y becario doctoral del Conicet en el Centro de Ciencias Naturales, Ambientales y Antropológicas de la Universidad Maimónides.

Los huesos del cráneo también dicen mucho sobre el animal: son robustos, menos delicados que los de otros parientes cercanos, y presentan un foramen frontoparietal (o sea, un agujero en la parte superior del cráneo).

¿Cuál es la importancia de este hallazgo? Como cualquiera de su tipo, representa un avance para la comprensión científica del pasado terrestre. A su vez, señala el artículo publicado en Historical Biology, “la presencia de un taxón basal en el Cenomaniense-Turoniense (un evento de extinción acontecido durante el Cretácico), tan cerca de la extinción del grupo, implica que la historia evolutiva de los rebbachisauridae fue más compleja de lo que se pensaba”.

Dónde encontraron a la nueva especie de dinosaurio

Los restos fósiles. que corresponden a cuatro ejemplares de este animal, se encontraron en Cañadón de Las Campanas, una localidad ubicada a 20 kilómetros de Villa El Chocón. Este sitio está a poco más de una hora de la capital provincial de Neuquén, en el sur de la Argentina, una de las áreas más reconocidas por su valor paleontológico.

Esa localidad se encuentra en la Formación Huincul, una formación geológica que aflora en Neuquén, que corresponde a comienzos del Cretácico Superior y tiene una antigüedad estimada de entre 96 y 93 millones de años, informa el organismo científico.

Cuándo hallaron los restos fósiles de Sidersaura marae

Conforme a la explicación del Conicet, los primeros restos de Sidersaura fueron descubiertos en 2012. No obstante, su extracción tomó cinco campañas anuales de entre dos y cuatro semanas.

A partir de entonces, y gracias a los estudios geológicos, los expertos consiguieron determinar las características del espécimen.

Según comunicaron, estos dinosaurios murieron en una zona barrosa cercana a un río, donde también se descompusieron sus restos, los cuales, con el paso del tiempo, fueron arrastrados por las crecidas del río y extraídos por algunos carroñeros.

Precisamente, los investigadores encontraron vértebras de la zona sacra y la cola en parcial articulación, huesos de las extremidades posteriores, partes del cráneo y vértebras sueltas de la cola. Además, entre los restos óseos recuperados se encuentra el calcáneo, uno de los dos huesos que componen el tobillo de los vertebrados terrestres, que hasta ahora no se había encontrado en los rebaquisáuridos conocidos.

Fuente: National Geographic LA

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