Compone a Gandalf en el filme de Peter Jackson, éxito mundial. Y habla de sus colegas.
Por pscholz@clarin.com
“¿Argentina? Estamos en conflicto…”. Ian McKellen, justamente él, que nació en una fecha patria argentina -el 25 de mayo de 1939-, y fue nombrado Caballero por la Reina Isabel II en 1991, lo dice. McKellen sabe de los beneficios de la diplomacia, y su comentario sólo es para demostrar conocimiento del país del que viene el enviado de Clarín , en Nueva York, al estrechar su mano.
“Nunca he estado en Sudamérica… Me gustaría conocer la Isla de Pascua”, dice, y aclara que sabe que queda en Chile. Por las dudas.
Si bien Gandalf, el personaje que ya interpretó en la saga de El Señor de los anillos es inmortal, en persona McKellen parece más joven, pero no disimula sus 73 años. Afable, deja enfriar su té en la mesa de la habitación del Waldorf Astoria. Y clava sus ojos celestes, como lo hace el Mago de capa gris en la visión del neozelandés Peter Jackson, ahora en El Hobbit , éxito actual en todo el planeta.
¿Cómo fue volver a Gandalf?
Es como estar en casa, fue como estar de vacaciones… Nueva Zelanda es un hermoso lugar para vivir, y para filmar, porque podés estar muy cerca de tu trabajo, a 20 minutos caminando, es inusual. Y la gente es estupenda; no hay nada malo, excepto que está muy lejos del lugar en el que vivo. Pero Peter organizó para que pudiera irme a Inglaterra en el medio del rodaje, para la obra en la que trabajaba.
¿Tenía una obra al mismo tiempo en Inglaterra? ¿Cuál?
Era Don Antonio en Eduardo de Filippo , en Chichester…
Ya está en la cúspide de su carrera, trabajó junto a los mejores intérpretes ingleses, pero en estas sagas de Tolkien le toca trabajar con actores jóvenes. ¿Le piden, o les da consejos?
No, los actores no se dan consejos entre ellos. Si alguien te lo pide se lo das, pero no es algo que dependa de la edad. ¿Sabés, me llevo muy bien con ellos. La gente que es nueva en el elenco sigue preguntando cómo fue la última vez, con El Señor de los anillos , pero detrás de cámara era la misma gente, no se notó nada distinto. Como estar en casa, la misma maquilladora… El viejo equipo.
¿Y cómo se lleva con la nueva tecnología, tener que fingir que habla con alguien con una pantalla verde?
Hay menos green screen (pantalla verde) de lo que pensás. Si ves a Gandalf en la cima de una montaña, yo estaba allí, no es falso. Pero a veces cuando vuelven al estudio y se dan cuenta de que perdieron alguna toma, entonces sí, lo hacés frente a la pantalla verde e imaginás la proyección, el entorno. O cuando quieren hacerme más grande que los enanos. Era mi primer día, cuando tuve una pequeña escena con los 12 enanos y el Hobbit en el set. Y era un set normal, pero yo tenía que parecer más alto, así que la toma no se podía hacer ahí, porque parecería como ellos, así que tuve que ir a mi pequeño set personal, pusieron lo verde para que luego lo pudieran sacar, y me filmaron al mismo tiempo que a los enanos, pero con cámaras separadas. Luego, ponen esas dos tomas juntas y hacer a Gandalf más grande. Es raro, pero es así.
Casi diez años después de rodar por primera vez con Jackson, ¿qué cambió en su relación con él?
Peter es el tipo de persona que soluciona los problemas. Significa que si estoy en una escena con Martin Freeman (Bilbo Bolsón, el Hobbit), que tiene que ser más pequeño que yo, no es un mal truco para nada, me tendría que poner más cerca de la cámara y parecería más grande, sí, pero él parecería más lejos… Si lo hiciéramos así, Martin no podría mirarme a los ojos… Así que es necesario lo técnico… Peter Jackson te dice todo, como cuando me decía “No veo a Gandalf por aquí”. El siempre está ahí para corregirte, así que no te sentís solo. Hay directores que dejan mucho librado a lo que hagan los actores.
¿Cree en la magia?
Creo en los trucos de magia, pero no en milagros.
Y ahora, luego de rodar todo “El Hobbit”, ¿qué?
Voy a hacer una comedia, probablemente llamada Vicious Old Queens , con Derek Jakobi, en Inglaterra (van a componer a una pareja de gays, que viven en la zona de Covent Garden, en Londres, para la TV). No creo que tuviera éxito afuera… Serán sólo seis episodios.
McKellen, dos veces candidato al Oscar y ganador del Tony y el Globo de oro, es abiertamente gay y conocido por su fuerte activismo a favor de los derechos de los homosexuales.
“Y luego voy a hacer una película, la próxima de X-Men”, dice, y el agente de prensa interrumpe y dice que se acabó el tiempo. “No, no -gira su cuerpo hacia el joven-. No terminamos aún”, ante lo que el joven retrocede y se vuelve a sentar en su silla, cabizbajo.
¿Le gustaría hacer “Gandalf, la película”?
Se podría hacer. De hecho, muchas de las cosas de la película de El Hobbit no están en el libro, pero está en los apéndices y otros escritos de Tolkien, diarios con detalles de la Tierra Media, así que, quién sabe cuánto material más hay para juntar.
¿Qué cambió para usted el ser uno de los actores de teatro más importantes de Inglaterra y ahora participar en sagas de acción y aventuras?
El cambio llegó cuando hice la primera película de X-Men ; he hecho una tras otra desde entonces. Pero creo que con Dioses y monstruos empecé a ser aceptable para los productores.
FUENTE: diario Clarín
