Es el mesenterio, una parte ya conocida del organismo pero nunca reconocida con esta categoría médica. El mesenterio tiene una función de sostén de los intestinos y los vasos sanguíneos que los irrigan viajan a través de él.
FUENTE: Diario Clarín
Une el intestino a las paredes abdominales desde el diafragma, hasta el suelo pélvico. El mesenterio es un viejo conocido para médicos y cirujanos. Lo describió por primera vez Leonardo Da Vinci hace 500 años en sus escritos sobre anatomía humana. Pero desde hace más de un siglo se lo consideraba una estructura fragmentada. Ahora, tras una exhaustiva revisión, un equipo de investigadores de Irlanda reunió evidencia científica para reclasificarlo como órgano, lo que abriría las puertas a una nueva área de estudio dentro de la ciencia que podría proporcionar novedosos enfoques para el tratamiento del cáncer intestinal y de enfermedades inflamatorias intestinales.
No se trata del hallazgo de una parte desconocida del cuerpo humano, sino de una recategorización. El mesenterio consiguió una especie de “ascenso”. En palabras del profesor de cirugía de la Universidad de Limerick J. Calvin Coffey: “Tenemos un órgano en el cuerpo que no ha sido reconocido como tal hasta la fecha”. Durante más de un siglo los libros de anatomía describieron al mesenterio como una estructura compuesta por varias partes separadas. El autor principal del trabajo publicado en la prestigiosa revista científica The Lancet de Gastroenterología y Hepatología afirma que esa descripción era incorrecta. “Este órgano está lejos de ser fragmentado y complejo. Se trata de una estructura continua”.
La importancia del mesenterio no es menor. Ocupa un lugar central en el sistema digestivo, no sólo por su ubicación, sino también por su función. Actúa como una especie de “amortiguador” del abdomen protegiendo a los intestinos de los efectos de la ley de gravedad, y los vasos sanguíneos que los irrigan viajan a través de él. Sus partes (mesocolon transverso, mesenterio intestinal, mesocolon derecho, mesosigmoideo y mesorrecto) forman, según la nueva clasificación, una estructura continua con una organización fisiológica y características anatómicas y funcionales distintivas claramente definidas “que justifican su designación como un órgano”.
Qué cambia
Para el trabajo se utilizaron múltiples herramientas: desde una amplia revisión de estudios publicados en torno al tema hasta imágenes 3D que permiten trazar completamente la estructura anatómica del «nuevo órgano».
Según Coffey, “una mejor comprensión y un mayor estudio del mesenterio podrían conducir a cirugías menos invasivas, menos complicaciones, la recuperación más rápida del paciente y a una reducción de los costos generales”. También apuesta a que la ciencia mesentérica se convierta en un campo específico de estudio. “Hemos establecido la anatomía y la estructura. El siguiente paso es la función. Si entendemos la función, se identifica la función anormal, y ahí encontraremos la enfermedad”.
Los hallazgos relacionados con la estructura podrían ofrecer, según los investigadores, nuevos enfoques para enfermedades como el cáncer intestinal y las enfermedades inflamatorias del intestino. También está siendo estudiado su papel en patologías hematológicas, inmunológicas, endocrinas y metabólicas.
La descripción de Da Vinci, en sus escritos de anatomía, hace 500 años.