Científicos de la NASA han constatado, a través de imágenes obtenidas por satélite, que a lo largo de este mes la capa de hielo de Groenlandia se ha derretido en una altísima proporción: se estima que cada verano este proceso se produce naturalmente afectando a un 50% de la superficie helada, pero en este caso la fusión de los hielos, entre los más finos de la costa y las capas más profundas del centro (que llegan hasta los 2 kilómetros de profundidad) ha alcanzado al 93 %. Si a este hecho se suma la fractura, hace poco más de una semana, de un enorme iceberg que se desprendió del glaciar Pettermann, se puede considerar que se trata de un proceso de gran magnitud.
Los científicos atribuyen este fenómeno a una inusual cúpula de calor que se encuentra desde hace un par de meses sobre la región, con sucesivas crestas de aire caliente, cada una superior a la anterior.
Especialistas han destacado que procesos de deshielo como el presente se puedan dar cada 150 años, aproximadamente, por lo que no se trataría de un episodio particularmente preocupante; habría que alarmarse, ante los efectos del cambio climático, si llega a repetirse en los próximos años.