Con buena presencia de público -a pesar de ser enero y con altas temperaturas- inauguró anoche en la Sala Emilio Saraco, de la ciudad de Neuquén, parte de su prolífera producción el artista plástico Martín Villalba. Con la presencia de familiares, amigos y artistas realizó una reseña de su obra y agradeció a la subsecretaría de Cultura del municipio de Neuquén y a los directivos de la Sala Saraco, la nueva posibilidad de mostrar sus trabajos.
Frescura animal
El artista neuquino Martín Villalba regresa a la sala Emilio Saraco con su fauna particular. Es que hoy a las 20.30 quedará inaugurada la muestra «Zoopopbsesion», que reúne alrededor de 200 obras e incluye cinco instalaciones, una serie de cuadros y ochenta y ocho máscaras. La exposición estará durante tres semanas en la sala ubicada en Av. Olascoaga y vías del ferrocarril y tiene entrada libre y gratuita.
La renovada producción de Villalba, quien posee su taller en Barda del Medio, funciona como una nueva saga del «Zoopopfest», que sorprendió y maravilló a grandes y chicos por sus coloridos animales. En esa oportunidad y en una especie de homenaje a esa cultura pop que tuvo como máximo exponente a Andy Warhol, el neuquino -después de regresar de Londres- mostró sus trabajos en madera con un marcado uso del color.
La propuesta del artista, que se formó en Buenos Aires y que realizó un posgrado en Inglaterra, recupera la línea de arte pop mixturándola con una visión original de la naturaleza animal, entre cuadro y esculturas.
El público que se acerque al ya conocido espacio se va encontrar con nuevas y llamativas producciones que Tincho Villalba creó en su último semestre. Villalba anunció que si bien ya ha mostrado algo similar “todo es nuevo”. “Es una derivación de la exposición «Zoopopfest» que presenté hace tres años, donde hay nuevas instalaciones (cinco) en el suelo. Lo vengo craneando hace un año. Ya hace tres que laburo en este concepto que es la fauna pop”, dijo el artista, que en el inicio del año nuevo se convirtió en padre.
En todo ese proceso que le ha llevado su colorido zoológico, el neuquino asegura que ha ido evolucionando, ya que en el inicio del proyecto no presentaba pinturas clásicas en bastidores. “Los personajes que surgen en el piso los paso a cuadros. Lo que hay también de nuevo es la introducción de textos en los diferentes personajes que se podrán apreciar”, adelantó Villalba.
De esa forma irán desfilando en la muestra un búho atorrante, otro romántico, un gallo que tiene es un despertador y se enamora de una striper. A esos se suman nuevos cocodrilos -uno funciona como un especie de director técnico- y jirafas, además de un árbol de colibríes y una familia de flamencos. “Ahora apareció un sapo de otro poso que es medio caballero antiguo”, describió el artista que reside en la ciudad de Centenario.
Entre los trabajos que fue gestando y que tuvieron su último “toque” en el lago Mari Menuco se suma por primera vez una escultura que se relaciona con el ser humano. Se trata de «Todos queremos ser modelos», que presenta a 32 tipitos que están sobre un colchón de confites (como suelo) que observan un cuadro que funciona como si estuvieran mirando un aviso publicitario.
Chispazo creativo
Martín comentó que sus creaciones lo “van arrastrando” tras el chispazo inicial que le puede sugerir uno de sus animales. “Cuando tengo la idea luego viene el desarrollo medio de fábrica que es cortar madera y pinto los colores lisos voy pensando que pude llegar a pasar con determinado animal. Son personajes que también tienen mucho que ver con esos “personajes” de la vida real. Cada uno puede realizar su libre asociación. Son bastante atorrantes muchos de los animales”, sostuvo.
En el fibrofácil (tablero de fibras de madera unidas) Villalba halló el material ideal para sus elaboraciones actuales, ya que la tela era muy rasposa y le consumiría mucho material. “El material me da una terminación hermosa, pura y lisa. Después trabajo con hidroesmaltes, una pintura al agua y seca como un acrílico. Si volviera a pintar algo más volumétrico seguramente regresaría a trabajar en tela”, detalló Tincho a la hora de hablar de la utilización de objetos.
Las obras poseen diferentes medidas que van de una serie de 60 x 60cm, 90 x 90cm y dos trabajos apaisados de 35 x 1,60m. La instalación de máscaras ocupa un panel que tiene cuatro metros de ancho por más de un metro de alto. Precisamente, la elaboración de las máscaras fue algo que surgió de un viaje que hizo Villalba a Perú en el año 2000 previo a desembarcar en Inglaterra. “Hay dos perfiles que están enfrentados. Y a su vez forman una máscara que te mira a vos. Es una obra para dialogar porque aparecen guitarras, plantas y la historia es que uno se refleje. Hice como trescientas, pero 88 me parecen suficientes.
Villalba asegura que su trabajo es la acumulación de más de 30 años de dibujar y dedicarle su tiempo al arte, que hace que su presente sea el «Zoopopbsesion», que en un futuro no muy lejano tiene como destino Buenos Aires y quizá más adelante España. “Hay un grupo de gente que está interesado en la muestra y tengo muchas ganas de ir a Buenos Aires. Está bueno porque la producción está toda hecha a acá (por la zona), pero me parece que ya está hecho el camino y es hora de que salga afuera. Sacar a los animales de gira”, comentó entre risas.
Recibimiento
Las obras de Martín Villalba son una invitación a un mundo alegre, que por minutos desliga a la persona de sus tareas cotidianas y, sobre todas las cosas, que se puede compartir entre padres e hijos. “La muestra es muy linda de visitar. Hay mucho arte muy sufrido y yo estoy en la antípoda de eso. El “Zoopop” genera un diálogo hermoso entre los chicos y los grandes. Ha pasado que los más pequeños quieren toquetear todo. Gracias a Dios, me va bien y gusta”, describió al artista.
A partir de los animales que se presentan los pedidos llueven por parte de la gente. “Muchos me han preguntado porque no trabajo con animales de la zona. Pero me parecen muy aburridos porque los colores se rigen por lo marrón. Pero creo que las obras son bastante universales. El elefante, por ejemplo, es un animal que a todos nos gusta de pequeños. Lo mismo con la jirafa, que en este caso es muy personal porque no tiene nada que ver con la jirafa de África. Siempre trato de sacar de contexto a todo”, dijo.
A horas de la inauguración ya hay piezas reservadas que están vendidas algo que podrá hacer todo el público que acuda a la exhibición. “Tengo la suerte de que le gusta a la gente, pero lo loco es que las ventas se dan por un capricho del que las pide”, dice Villalba. El búho es una de las criaturas más solicitadas, aunque el neuquino aclara que nunca se repite el mismo trabajo. “No soy una fábrica. Es por eso que siempre hago las elaboraciones diferentes. Cuando hay mucho reclamo por alguna obra trato de sacarla un poco de circulación, si no te querés matar porque se pierde el reto”, aclara.
Villalba no duda de que el público deba pegarse una vuelta para salirse de la rutina y tomarse un respiro, ya que considera que se va a ir con el espíritu renovado y con ganas de salir a pintar, porque todos «pueden crear su propio Zoopop». Es por eso que no duda en alzar la voz y expresar: «Viva el arte y viva la Zoopopfest».
Entrevista publicada en el diario La Mañana Neuquén