La catarata más alta del mundo está en Venezuela

Salto-Angel-Venezuela-metros-caida_CLAIMA20160520_0159_28 (1)El Salto Ángel está en el Parque Nacional Canaima, y es 12 veces más alto que las Cataratas del Iguazú.
Es casi 20 veces más alta que las cataratas del Niágara, 12 veces más que las de Iguazú, y alguien alguna vez la definió como un «río vertical». Está en el sudeste de Venezuela y se llama Salto Ángel, aunque los indígenas de la zona lo llaman Kerepakupai Vená, que en lengua pemón quiere decir “salto del lugar más profundo”.
El Salto Ángel es la catarata interrumpida más alta del mundo, con 979 metros de caída ininterrumpidos cuando el río se despeña desde lo alto de la meseta del Auyantepui, en el Macizo o Escudo Guayanés, entre la selva de la Gran Sabana.

Ocurre en el sur del inmenso Parque Nacional Canaima, cuyos 30.000 km² se extienden hasta la frontera con Guyana y Brasil. Cerca del 65% del parque está ocupado por impresionantes mesetas rocosas llamadas tepuyes, abruptos relieves únicos en el mundo que se caracterizan por sus elevadas paredes verticales con grandes planicies en sus cumbres, que llegan a superar los 1.200 metros de altura.
Los tepuyes tienen entre 1.500 y 2.000 millones de años, lo que los convierte en unas de las formaciones más antiguas del planeta. Y son la razón por la cual el parque Canaima fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994. La organización sostuvo entonces que el parque “contiene fenómenos naturales superlativos, raros o únicos, así como formaciones, rasgos y áreas de excepcional belleza”.

Entre ellos, el Auyantepui (“montaña del infierno” o “montaña del diablo”), con unos 700 km2, es el de mayor superficie. Además de la cascada más alta del mundo alberga uno de los cañones más impresionantes, el “cañón del Diablo”, con decenas de saltos de agua y gigantescas paredes verticales erosionadas por los siglos. Para el pueblo pemón, los tepuyes son el hogar de los “mawari”, espíritus de los piasanes difuntos, que lo ayudan en sus funciones de curandero y predicado .
La cascada fue bautizada así en honor a Jimmy Angel (James Crawford Angel), un piloto de Missouri, Estados Unidos, quien la vio por primera vez en 1933, mientras buscaba el legendario Río de Oro o la Ciudad Dorada. Regresó en 1937 con su esposa y un amigo y aterrizó en la cima del Auyantepuy, aunque el avión se enterró en el barro y quedó allí arriba durante 33 años, hasta que fue retirado por la Fuerza Aérea Venezolana.

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