
FUENTE: Diario La Nación
Por primera vez desde los albores de la industria cinematográfica norteamericana, una major absorbió a otra y las consecuencias son impredecibles; tras adquirir LucasFilm, Pixar y Marvel, Disney sumará a su universo de personajes a las criaturas de Avatar, Los Expedientes X y Los Simpson, e integrará a los X-Men y a los 4 Fantásticos a sus Vengadores y Guardianes de la Galaxia
Ubicada en una zona sísmica ciertamente activa, Hollywood está preparada y atenta a cualquier tipo de movimiento telúrico. Pero nadie podría imaginar hoy cuáles serán las consecuencias del terremoto más fuerte que registra la historia entera de la industria del entretenimiento más poderosa del mundo.
Por supuesto, se trata de efectos incruentos en términos humanos. Pero el valor simbólico, económico y estratégico del acuerdo anunciado ayer por el cual Disney suma a sus ya poderosos activos el valioso patrimonio de Fox resulta incalculable. De hecho, los analistas más rigurosos de Hollywood estiman que el perfil de la industria del entretenimiento cambiará para siempre a partir de esta operación. La realidad es inédita: nunca se registró el caso de que una major absorbiera a otra. Toda la vida fueron seis grandes estudios (Disney, Fox, Warner, Paramount, Universal y Columbia-Sony). A partir de hoy quedan cinco.
La operación se concretó a partir de un intercambio de acciones que fija, de hecho, un valor de 52.400 millones de dólares por todos los activos de Fox que ahora se suman a Disney, un imperio que ya poseía joyas como LucasFilm, Pixar y Marvel. Con esta adquisición, el poderío de la marca del ratón Mickey resulta difícil de igualar.

Para que todo esto se convierta en realidad definitiva habrá que esperar alrededor de 18 meses. Es lo que se calcula que llevarán los análisis, trámites y procedimientos de estudio de esta alianza por parte de los organismos regulatorios de Estados Unidos, en especial los encargados de garantizar políticas antimonopólicas. Algunos observadores ya esbozaron cierto pesimismo, pero otros confían más en la estrecha amistad entre Rupert Murdoch (el histórico hombre fuerte de Fox) y el presidente Donald Trump. Las relaciones personales por encima de las reglas, todo un signo de estos tiempos. Por lo pronto, más allá de la larga distancia que hay entre la costa este y la costa oeste, Washington estará más cerca que nunca de Hollywood durante el próximo año y medio.
Los medios que siguen a diario la actualidad de Hollywood no hablan de otra cosa y en Los Angeles Times, el acuerdo fue la noticia excluyente de portada de sus ediciones digitales durante toda la jornada. En todos ellos, además de darse por hecho el acuerdo, ya empezaron las especulaciones respecto de cómo afectará en lo inmediato a la industria del entretenimiento este verdadero terremoto.
Lo primero que se observa en esta movida es la decisión estratégica de Disney de afirmar a largo plazo su intención de convertirse en actor central y líder del entretenimiento ligado al streaming y a los servicios on line. Este acuerdo refuerza muchísimo el movimiento de piezas que Disney inició al anunciar algunos meses atrás que lanzará en 2020 su propio sistema de streaming para competir mano a mano conNetflix . La incorporación del gigantesco catálogo televisivo de Fox (que incluye desde las 29 temporadas de Los Simpson hasta toda la programación de los canales FX y National Geographic) aporta un valor agregado sustancial a esa futura oferta. A ella hay que sumarle, por supuesto, toda la biblioteca clásica de películas de Fox, un estudio con gran historia en Hollywood.
