El valor de cada leyenda o mito no reside en la veracidad de sus hechos. Lo que importa es la capacidad de ensoñación que despierta en todo ser humano y en las obras de arte que puede llegar a inspirar. De los muchos misterios surgidos del relato bíblico, el del Santo Grial es uno de los más curiosos y polémicos.
Si damos fe a la leyenda creada por poetas de la Edad Media, y recreada durante mil años por escritores, pintores y cineastas, se trata de encontrar un objeto santo que devolvería la eterna felicidad prometida en los libros sagrados a quien lo posea.
No importa más que eso. Y ése es el valor de la leyenda o el mito. La capacidad de ensoñación que proyecta sobre los seres humanos y cómo los artistas, en especial, transforman esta idea original en obras de arte.