Los pocos egresados de la universidad y de los institutos de formación no alcanzan a cubrir la demanda de las escuelas, que recurren a maestros de primaria o a profesionales no docentes.
La escasa cantidad de estudiantes preinscriptos a profesorados y el bajo porcentaje de egresados, tanto de estas carreras universitarias como también de los institutos de formación, despiertan un alerta: la provincia tiene cada vez menos profesores del nivel secundario, lo que genera que para cubrir la demanda de las escuelas se recurra a docentes de primaria o a profesionales. Estos maestros secundarios, que no tienen el título correspondiente al cargo que ejercen, representan casi el 50 por ciento del total, según estadísticas que constan en el Consejo Provincial de Educación (CPE).
Datos proporcionados por la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) sobre los egresados a 2011 (los de 2012 recién se computarán en agosto), indican números muy magros respecto de cantidad de profesores recibidos en materias centrales de la enseñanza media. Por caso, en Lengua lo hicieron siete en 2011, que sumados a los de 2010 y 2009 sólo alcanzan los 18. El profesorado de Matemática no muestra números mejores. Por el contrario, en 2011 se recibieron cinco e igual número registró el año anterior. En Geografía, hubo siete egresados en 2011, en una tendencia descendente con respecto a camadas anteriores, ya que en 2009 se habían recibido 17 y en 2010 nueve. Más preocupante todavía es la situación del profesorado de Biología, en donde no hubo egresados en 2011, mientras que sumando los dos años anteriores tan sólo se registran nueve estudiantes recibidos.
A su vez, teniendo en cuenta la importancia de las herramientas tecnológicas, llama la atención el poco interés que despierta el profesorado en Informática, que no tuvo egresados ni en 2011 ni en 2010.
La excepción es el profesorado de Historia (que incluye también las licenciaturas) del que egresaron 30 estudiantes, un número considerable si se lo compara con el resto.
“Yo conformé una comisión ad hoc dentro del consejo académico porque queremos hacer algo con este tema. Nosotros, que somos generadores de profesores, tenemos una matrícula muy baja. Si tomamos el dato de preinscriptos y los que después quedan, tenemos un egreso de alumnos de profesorados insignificante si se piensa en lo que requieren los sistemas educativos de las dos provincias (por Neuquén y Río Negro)”, resaltó Marina Barbabella, secretaria académica de la UNCo.
“Hoy, además, hay un porcentaje muy alto en la escuela media de docentes que no tienen título de profesor”, dijo, y enfatizó: “La universidad tiene que generar más profesores y ahí también hay una fuerte impronta de lo social con respecto al ser profesor que está asociado a malos salarios. Pero hay otros factores y fallas, como el desprestigio de la docencia. En la UNCo hubo un programa nacional de incentivo que después no se continuó y sería bueno que se reeditara, ya que eso incentiva a los jóvenes a estudiar profesorados”. Barbabella sostuvo que se debe enfocar “mucho la orientación vocacional, que es una política prioritaria. Hay que mejorar en calidad y cantidad los profesorados si pretendemos una escuela media mejor. Nosotros, que formamos profesores, debemos trabajar en esto. Es un compromiso y una responsabilidad”.
Entre las medidas a tomar, la secretaria académica de la UNCo dijo que lo que se “podría hacer es retener a los estudiantes que ingresan a los profesorados, el desafío debe pasar porque éstos terminen sus estudios”. El problema, según indicó, es que “a veces por la duración de la cursada, de cuatro o cinco años, optan por una carrera profesional”.
Los institutos
Los números que arrojan los egresos en los Institutos de Formación Docente (IFD) en 2012 no son más auspiciosos. Según la información del CPE, en el Nivel Primario se recibieron 470 docentes pero sólo 25 lo hicieron en el Nivel Medio (para los profesorados de Lengua, Matemática y Geografía, que se dictan en los institutos de Cutral Co y de San Martín de los Andes).
En Neuquén capital no existen profesorados públicos para estas materias, como tampoco privados, aunque sí los hay respecto de las carreras de Música y Plástica.
Desde ATEN capital, su secretario general, Alejandro Castelar, señaló que “antes el maestro daba clases en primaria y hoy tiene cargos de supletorio o habilitante en Media, primero porque el sueldo no le alcanza y busca sumar horas y, segundo, porque termina ocupando un cargo para el que no hay docentes”. Castelar adjudicó esta situación a una cuestión salarial. “Antes, hace muchos años, al docente le convenía trabajar en Neuquén, venían de otras provincias, ahora no. Sólo llegan profesores de Salta y Jujuy y no en la cantidad que se requieren”, apuntó.
Devaluación de la docencia
Por GUILLERMO HERNÁNDEZ (*)
En este fenómeno que registra una falta de interés hacia los profesorados de parte de los estudiantes ingresantes a la universidad y de los pocos profesores recibidos hay un punto central para analizar que no es prioritario de Neuquén, dado que se repite en todo el país: existe una cierta devaluación de las carreras docentes, que se acentúa en el nivel Medio y que repercute de manera muy negativa en el resultado final que muestra la calidad de la educación en Argentina.
Esta problemática no está vinculada sólo a cuestiones salariales, sino a fenómenos que nos deben llamar a la reflexión como maestros y que representan un alerta para toda la comunidad educativa en su conjunto.
En este sentido, es importante señalar que se deben dar políticas muy activas desde el Estado para valorar la docencia en la formación de nuevas camadas de estudiantes para las escuelas primarias, técnicas y profesorados. Lo expreso desde la necesidad de transformar un sentido dominante muy común, que a veces se viene reproduciendo en los institutos de formación, respecto de la no posibilidad de demostrar la importancia que tiene la docencia.
Hay que apoyar una transformación, que se ya se visualiza en los últimos años desde los estados nacionales y provinciales, de ampliar derechos en democracia, en diversidad y en posibilidades de respetar las diferencias, formando a nuevas camadas de profesores que un poco sean capaces de impulsar esta mirada en la Educación y que, por sobre todas las cosas, asuman el compromiso de lo que significa enseñar.
(*) Docente del Nivel Medio y profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
FUENTE: diario La Mañana de Neuquén
