La cautiva, de Juan Manuel Blanes, 1880, óleo 46 x 71 cm.
Retomamos el tema del cautiverio criollo, dejando de lado por el momento a los dioses y héroes de la antigüedad. Para ello hemos elegido un texto del historiador argentino Carlos Mayo y que publicara en 1999 en el diario La Nación.
Historias de cautivos en tiempos de lucha fronteriza
En la historia de la guerra contra el aborigen hubo pocas experiencias más dramáticas que la de los cautivos. La escena se repitió casi sin variantes durante los siglos de lucha fronteriza.
Después de cada malón, los indios se llevaban consigo no sólo los ganados de las estancias, sino también un grupo de hombres y mujeres para los cuales comenzaba una nueva vida: una vida entre sus captores, allá, en las lejanas tolderías de «tierra dentro».
Capataces de estancia, arrieros, viajeros que se aventuraban por caminos peligrosos, esclavos, negros y mujeres de toda condición, indios santiagueños conchabados como peones en los campos de la frontera…
La lista de los sectores que aportaron cautivos a la sociedad indígena era más amplia de lo que podría creerse y no todos fueron blancos, como se ve, aunque los araucanos los preferían de tez pálida y ojos azules, especialmente si eran mujeres.
Ver nota completa:
http://revistamachete.blogspot.com.ar/2011/07/la-vida-en-cautiverio-en-la-pampa.html
