El bloque del Frente y la Participación Neuquina presentó un proyecto de ley cultural que garantiza el acceso universal, equitativo e inclusivo de cada habitante de la provincia a ejercer su derecho a crear, producir, difundir y acceder a obras y bienes culturales. La iniciativa incluye presupuesto y estructura autárquica para el área, la federalización de aportes a través del fomento de programas culturales locales y la incorporación de las figuras de mecenazgo y benefactor para incentivar la participación privada a través de beneficios impositivos.
La iniciativa cuenta con el acompañamiento de diputados de 10 bloques parlamentarios y define como prioridad proteger el patrimonio cultural, preservar la lengua y la identidad étnica de la región, así como la cosmovisión y valores de los pueblo originarios. También implementa políticas de inclusión para personas biopsicosociales al identificar a la cultura como una dimensión terapéutica. Para ello, define a la cultura como una política de Estado que reconoce a la enseñanza artística, la música, literatura, artes visuales, escénicas, audiovisuales, artesanías, danzas, arte público y jineteada como parte del acervo cultural de la provincia.
A la vez, incorpora la figura del mecenazgo, beneficiario, benefactor, donante y patrocinante. En ese sentido, incorpora un incentivo fiscal para benefactores, donantes y patrocinante que podrán deducir hasta el 4% del impuesto a los ingresos brutos.
Para administrara el presupuesto designado, crea el Consejo de Acción Cultural, ente autárquico que deberá ejecutar y supervisar la promoción, difusión, desarrollo y transmisión de bienes culturales. Para ello dispondrá de un presupuesto específico por región que sólo se podrá utilizar para apoyar y promocionar a artistas y expresiones culturales originarias de cada zona. Para hacer viable la norma, el consejo administrará un Fondo Provincial Cultura que se financiará con el 1% del presupuesto del presupuesto general, porcentaje que funciona como mínimo y no como tope. El 84,5% de dicho fondo se asigna a programas culturales propios del CAC y el 15,5% restante se destina a municipios para un objetivo similar.
El CAC tendrá representación en toda la provincia a partir de una sede central en la ciudad de Neuquén y la subdivisión geográfica en cuatro regiones: norte, centro, sur y este. El organismo deberá realizar cada cuatro años un censo regional para identificar a los actores y las expresiones culturales de cada localidad. Funcionará con un directorio de cinco miembros: un presidente y cuatro vocales. Estos últimos lo harán en representación de cada región.
También habrá un vicepresidente que tendrá voz pero no voto. Este y el presidente los designará el Ejecutivo. Ambos recibirán una remuneración por el cargo; el presidente percibirá un salario equivalente al de un Subsecretario y el vice recibirá un 10% menos que dicho monto. En tanto los vocales los harán en una proporción inferior del orden del 20%.
En sus fundamentos destaca la dinámica de la propuesta, la autarquía económica que se le otorga al área cultural, el fomento a las actividades regionales y la necesidad de prestar especial atención a la diversidad de expresiones artísticas que se desarrollan en toda la provincia.
El proyecto ingresó por mesa de entradas el 28 de noviembre con la firma de los diputados José Rioseco; Pamela Mucci –FPN-; Pablo Todero; Amalia Jara; Luis Sagaseta –PJ-; Manuel Fuertes –NCN-; Sergio Gallia; Gabriel Romero -Nuevo Neuquén-; Raúl Dobrusín; Alfredo Marcote –Upie-, Daniel Baum; Fernanda Esquivel –Unpo-; Ricardo Rojas –MID-; Rodolfo Canini; Raúl Podestá -FG-NE-; Ana María Baeza –FyM-; Daniel Andersch –MPN- y Beatriz Kreitman -CC-ARI-.
