Se acerca la Navidad y por todas partes del mundo, un personaje sale por las calles a darle regalos a los niños y alegría a los adultos. Sin importar si lo llaman Santa Claus, Papa Noel o San Nicolás, el viejito de pelo blanco, amplia barriga y atuendo rojo es ícono de las fiestas navideñas. Cientos de miles de personas se visten de Santa Claus para celebrar las festividades.
Papá Noel es una de las figuras más famosas de la Navidad, pero lo que muchos no saben es que no siempre tuvo el aspecto de un anciano bonachón vestido de rojo. Los más escépticos con estas fechas culpan a Coca-Cola y creen que su vestimenta surgió de un invento publicitario de la marca. Pero, ¿cuál es su verdadera historia?
Sus orígenes se remontan al siglo IV, con San Nicolás de Bari. Este santo fue obispo de Mira, en la actual Turquía, y la tradición cuenta que defendió la reputación de tres doncellas, a las que concedió dotes para que pudieran contraer matrimonio: durante la noche, arrojó tres bolsitas con monedas de oro en el interior de su casa. También se dice que devolvió la vida a tres niños, a quienes un malvado carnicero había asesinado y puesto en salazón. Así, se convirtió en protector de la infancia y, en su celebración, se comenzó a dar regalos a los niños.
Según explica Fermín Labarga, profesor del Departamento de Teología Histórica de la Iglesia de la Universidad de Navarra (norte de España), el origen de la figura actual de Papá Noel se remonta a 1809, cuando el escritor estadounidense Washington Irving escribió la sátira “Historia de Nueva York”, en la que aparece, como tradición de origen holandés, la figura de un San Nicolás que deja regalos a los niños en los calcetines colgados junto a la chimenea.
En 1823, el poeta Clement Clarke Moore publicó un cuento llamado “Una visita de San Nicolás”, donde reelaboró el personaje de Irving. E, inspirado en él, el dibujante sueco Thomas Nast realizó en 1863 su versión en cómic para el semanario “Harper’s Weekly” titulada “Merry Old Santa Claus” y publicada en 1881. Aquí es donde, por vez primera, explica Labarga, “el San Nicolás del cuento adquiere la fisonomía de Papá Noel: un viejo gordo y barbudo, mezcla de obispo y gnomo”.
Es cierto que Coca-Cola encargó en 1931 al pintor Haddom Sundblom renovar la imagen de Papá Noel para usarla en la publicidad de su marca, convirtiéndose este diseño en uno de los más míticos del personaje navideño. Pero, dado que el dibujante Nast fue el primero en representar a Papá Noel en color rojo y blanco más de 50 años antes que la marca de bebidas, es erróneo afirmar que la célebre imagen actual de Papá Noel fuera creada por la marca de refrescos. Pero es gracias a esta historia que hoy Santa Claus está en las calles de todo el mundo.
Fuente: Infobae