Por Rubén Reveco, licenciado en Artes Plásticas
-¿Le vas ha dedicar tres capítulos a Marta Minujín? -me pregunta un amigo.
-¿Por qué no? -le contesto.
-Me parece una exageración.
-Pero la han presentado como el evento cultural del año.
-¿Dime algo importante que haya hecho?
-Y bueno, el Partenón de libros prohibidos, el Obelisco de pan…
-Déjate de joder…
-¡No, no puedes ser así! Mira que en la muestra del museo hay cosas que son interesantes, de oficio y mucho esfuerzo. Por ejemplo dos esculturas de alambre muy prolijas. Metal, orgánicos y tejidos…
-¡Bueno, chao! -me interrumpe y me deja hablando solo.