Marta Minujín en el MNBA

Desde el Museo Nacional de Bellas Artes, sede Neuquén, se informó que la popular y mediática artista plástica Marta Minujín inaugurará el viernes 9 de noviembre, a las 20 hs.,  la muestra «París-Nueva York-Neuquén».

«Es la muestra más importante del año», sintetizó a «Río Negro» Oscar Smoljan, director de la sede Neuquén del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), para anunciar que el próximo viernes, desde las 20, con entrada libre y gratuita, quedará inaugurada en ese edificio la retrospectiva de una de las artistas plásticas más reconocidas del globo: la verborrágica, excéntrica, Marta Minujín, que compartirá tres décadas de su trabajo en esta capital (hay que recordar que esta creadora tiene un vínculo fuerte con la región, puesto que su familia, como ella misma contó a «Río Negro», reside en la zona del Lago Villarino y ella elige, desde hace años, ese «paraíso para descansar en los veranos»). Así, la muestra podrá visitarse hasta el mes de enero, con visitas guiadas para escuelas.

Esta retrospectiva es muy similar a la que pudo verse en el porteño museo Malba, integrada por «Revuélquese y viva» (1964-1985), «La Menesunda» (1965), «El batacazo» (1965-66), «Simultaneidad en simultaneidad» (1966), «Minuphone» (1967), «Minucode» (1968), «Importación-Exportación» (1968), «The Soft Gallery» (1973, ambientación con 200 colchones), «La Academia del Fracaso» (1975), «Comunicando con tierra» (1976, en la que trabajó con tierra de Machu Picchu e interactuó con decenas de artistas de toda América), «Carlos Gardel de Fuego» (1981) y «El pago de la deuda externa con choclos» (1985, una acción realizada junto con Andy Warhol).

Se trata de la «Warhol latina», creadora de «El Partenón», «El Obelisco de pan dulce», «La Venus de queso» y «La Torre de Babel con libros»; esta artista que expuso en las salas más importantes de Londres, Berlín y próximamente lo hará en Nueva York, llegará al MNBA para compartir sus pinturas informalistas, surrealistas y abstractas; sus cuadros «de cuando era adolescente», sus obras de influencia latinoamericana y recorridos de registro fílmico y fotográfico.

–¿Cómo es presentar tres décadas de trabajo? –le preguntó «Río Negro» en julio, durante su anterior visita.

–Hoy como ayer y como mañana. Es el presente, siempre. Mi arte es atemporal. Puedo hacer un colchón, una escultura, un happening, una instalación, una performance… porque el arte contemporáneo es así. En mis obras voy y vengo, voy y vengo. Vivo en presente continuo. Es mucho más importante ser quien esencialmente sos y no ser un «buen artista». Prefiero ser la primera y no ser la mejor, porque eso implicaría compararme. Nadie puede decir si «El Obelisco de pan dulce» es una buena obra de arte, porque no hay otros en el mundo. El gran arte tiene que ser único.

–¿Con qué se encontrará el público?

–Va a ser más bien didáctico. Empezará con las primeras obras y estará armado en salas temáticas, por épocas; habrá pinturas, esculturas, dibujos, fotografías, videos… todo muy variable.

FUENTE: Diario Río Negro

 

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