Un mar humano se dio cita hoy al Museo Nacional de Bellas Artes para ser testigo de la inauguración «París-Nueva York-Neuquén» de Marta Minujín. La artista sorprendió con la Estatua de la Libertad cubierta de cerezas he invitó a los presentes a comer uno de los frutos típicos de la zona.
El diario regional La Mañana de Neuquén comentó en su edición del 10 de noviembre (un día después) que la muestra estaba formada por «arte psicodélico, arte conceptual, arte objetual, esculturas ecológicas son algunas de las maravillosas expresiones que Marta Minujín trajo con la muestra “París-Nueva York-Neuquén”, que la artista presentó anoche en el Museo Nacional de Bellas Artes. Ante una multitud, la figura atrapante de Minujín brilló en el edificio ubicado en Mitre y Santa Cruz, con una exhibición que en su apertura tuvo una enorme Estatua de la Libertad compuesta de cerezas que el público finalizó degustando. La producción, que también fue hecha en frutillas hace algunos años atrás, sintetiza el espíritu de que la libertad es un fenómeno individual y a la vez colectivo, ya que se comparte socialmente. “Ellos hacen la obra comiéndosela. Es arte efímero. Ya la hice dos veces con frutillas y esta es la tercera con cerezas. Tengo varias esculturas comestibles como “La Venus de queso”, “El Minotauro de salame” y “Margaret Thatcher de salchichas”, comentó Minujín, considerada en el país ‘la Andy Warhol argentina’. Y agregó: “La Estatua de la Libertad en esta ciudad es una creación in situ. Hace unos 20 años que no le pongo ni frutillas ni cerezas. La inventé la primera vez de hamburguesas gigantes para hacerla en Nueva York, aunque finalmente no se concretó. Son mitos que desmitifico a través de la comida. En el caso del público, es algo que va a quedar en su memoria, porque se comió a la Estatua de la Libertad”.
Horas antes de su presentación en sociedad, la artista pop hizo una recorrida retrospectiva por su muestra junto al intendente de la ciudad, Horacio Quiroga, y al director del MNBA, Oscar Smoljan.
Vestida de blanco, con botas negras y una verde chaqueta moderna, Minujín fue explicando algunas de sus obras y hasta invitó a participar al intendente y al director del museo a la denominada «Galería blanda», compuesta por más de cien colchones individuales y sostenida por una estructura de hierro. En ese recinto, la asistencia que concurra a la sala podrá ingresar y ver un video de la artista cuando presentó y montó la misma obra en el exterior.
“Esto es arte conceptual (por la Galería blanda), que está hecha con más de cien colchones individuales. El colchón es donde pasamos el 50% de nuestra vida, porque nacés, hacés el amor, morís, te enfermás y envejecés. La persona que entra se convierte en un objeto más porque es visto por el público. Cada uno se transformará como si fuese una escultura viviente”, señaló Minujín al dar detalles.
De cuatro metros cuarenta de hierro, la escultura ecológica también es otro de los trabajos que forman parte de la instalación: “Estás esculturas son para el aire libre, se pude ver el paisaje a través de ellas y los pájaros se anidan en el interior”, comentó la artista.
Sencilla y suelta, Minujín fue explicando cómo hizo y el significado de lo que quiso comunicar y sigue comunicando hasta el día de hoy. Para ella, reconocida ampliamente en el exterior –donde su arte es comprado por miles de dólares y tiene mayor valoración–, “esto no se trata de arte moderno”. “Esto es arte contemporáneo. A partir de la década del ’60 se abren todas las puertas de la historia del arte. Se abre el arte conceptual y es donde me comunico. En este caso, lo hago con tierra y cenizas, que fueron recogidas del volcán Puyehue –que hizo erupción hace dos años atrás-… Soy una artista conceptual-pop. Entonces, el pop es como el chicle Bazooka que es flúor. Y el flúor es como la alegría de vivir en arte. El arte se tiene que dar como en los sueños; es como una mezcla de Walt Disney y Dalí en el sentido de lo surrealista, pero al mismo tiempo es conceptual”, dijo la artista, que actualmente está escribiendo un libro: “Marta Minujín por Marta Minujín”.
En una parte de la muestra también se podrá observar en una gigantesca imagen fotográfica a Marta Minujín y Margaret Thatcher –una doble– en la que aparecen sentadas frente a frente sobre una alfombra de choclos. La artista le ofrece maíz, el “oro latinoamericano”, a la ex primera ministra británica. Esta descripción es una síntesis de tres fotos de “El pago de la deuda a Margaret Thatcher. Solving the Internacional Conflict with Art and Corn” (resolviendo el conflicto internacional con arte y maíz), que Minujín presentó en 1996 en Corpus Delicti , festival de performances organizado por el Instituto de Arte Contemporáneo de Londres.
Su sello y patrimonio
Unas de la obras que pasará a ser patrimonio del Museo Nacional de Bellas Artes es “El fenómeno de la resonancia”. “A lo mejor, en un futuro la hacemos en grande para que quede afuera. Pero por ahora es de bronce. El intendente Quiroga nos va a ayudar para que quede y no vuelva a Buenos Aires”, comentó Minujín.
Por su parte, respecto del tema, Quiroga, quien definió a la artista como magistral, atrevida y de vanguardia, opinó que “se van a conseguir los recursos necesarios para poder comprar la obra”.
“La legislación, en materia de inversión y demás, es muy complicada. Entonces estamos consiguiendo sponsor y vamos a conseguir los recursos para poder comprar esta obra que va a quedar en Neuquén. Lo vamos a lograr. Y si no, le voy a pedir a amigos que de forma anónima, así sea necesario, podamos entre todos para que se concrete. Pero la obra de acá no se va porque la vamos a pagar”, afirmó Quiroga.
Con respecto a la producción que se podrá apreciar en una dimensión pequeña, la artista explicó que se trata de “la cabeza de Miguel Ángel cortada en muchas veces y puesta en dos pisos”.
“La escultura de bronce se llama ‘Fenómeno de la resonancia’. Es inspirada en una cultura de Miguel Ángel de la época del renacimiento y está cortada, como nosotros somos cortados en este tiempo donde nos pasan tantas cosas. Sobre todo a los argentinos, que somos seres muy fragmentados”, explicó Minujín, quien subrayó que «será el segundo museo en el país que cuente con uno de sus trabajos».
Muestra del año
Smoljan comentó que la muestra de Marta Minujín era muy esperada por lo neuquinos, porque se está frente a una muestra de carácter internacional.
“Para el museo, es un hecho extraordinario lo que está ocurriendo, porque en esta ciudad estamos frente una muestra de carácter internacional con un esfuerzo extraordinario del municipio y de sponsors que confían para sostener una institución cultural que pretende ser de excelencia. La muestra de Marta Minujín era muy esperada porque ella es muy cercana a Neuquén”, dijo el director del MNBA.
Por otro lado, aseveró: “Nos permite tener una idea muy clara de lo que fue su trayectoria desde los primeros registros: instalaciones, culturas fragmentadas y una performance increíble con la Estatua de la Libertad compuesta por cerezas”.
Datos biográficos
Marta Minujín nació en Buenos Aires en 1943 y desde sus 12 años trabaja en arte. A lo largo de su carrera obtuvo 17 becas (Guggenheim y Rockefeller, entre otras). Comenzó su formación académica en la Escuela de Bellas Artes de Buenos Aires. Atravesó múltiples experimentaciones en búsqueda de su propio lenguaje vinculándose con artistas informalistas y del Nouveau Réalisme, el crítico Pierre Restany, Lourdes Castro y Alejandro Otero; la vanguardia estadounidense y los medios de comunicación de masa en ese país, Andy Warhol, Allan Kaprow y Wolf Vostell; y con Jorge Romero Brest, entre otros.
Durante los años 70 realizó en Nueva York una importante serie de happenings y en los años siguientes sus acciones indagaron la conciencia latinoamericana. Al finalizar la década, desarrolló proyectos de participación masiva, obras que cuestionan la rigidez de los grandes mitos, problemática que la artista asimismo aborda en las esculturas que realiza desde principios de los años 80; mientras que en 1999 el Museo Nacional de Bellas Artes organizó una primer exposición antológica de su obra, con curaduría de Jorge Glusberg.
JAJ!!!!! NO PODES… «MARGARET THACHER DE SALCHICHAS», QUE LASTIMA QUE LOS GRANDES ARTISTAS ESTEN OCULTOS…U OLVIDADOS…