Las escuelas privadas en la provincia y sobre todo en la capital tuvieron un crecimiento sostenido en los últimos años. Entre 2005 y 2012 se crearon 31 establecimientos de todos los niveles: jardines maternales y de infantes, primarias y secundarias.
En los últimos siete años se incorporaron 14 escuelas privadas de las cuales seis pertenecen a Neuquén capital: cuatro fueron primarias y dos secundarias. El resto de los establecimientos privados incorporados fueron jardines maternales, de los cuales nueve son en la capital neuquina.
El boom de pedidos se dio este año, cuando el Consejo Provincial de Educación registró seis proyectos de primaria y siete para Nivel Medio. Todos se instalarán en Neuquén capital y están a la espera de ser aprobados.
“En 2012 hubo una demanda muy fuerte de establecimientos privados. Hay muchos proyectos presentados, la mayoría de Nivel Inicial. El 70% son jardines maternales. Después tenemos establecimientos que quieren abrir en Nivel Primario y Nivel Medio”, contó Mirta Uribe, directora general de Enseñanza Privada.
Crecimiento gradual
Cuando hay un proyecto educativo nuevo no se abre una escuela con todos los cursos a la vez en el año de inauguración, sino que se plantea un crecimiento gradual del establecimiento. Es decir, todos comienzan con primer grado y a medida que pasan los años se va sumando un grado más.
“Es importante resaltar que no abren con todos los cursos juntos, son pocos los que abren para una matrícula de 300 alumnos, la mayoría abre con el primer grado con una matrícula de 20 alumnos. Hay casos, como pasó este año, que se abrió una escuela con seis alumnos en primer grado. Después se va incrementando a medida que pasa el tiempo, recién ahí van con el crecimiento vegetativo”, comentó Uribe.
En la capital no hay barrio de moda para poner escuelas, sino que se registran colegios privados en toda la ciudad. “En 2013 hay pedidos en barrios distantes: uno cerca del puente que está en análisis, otro en la zona oeste; en pleno centro hay tres proyectos para primaria. Son en diferentes barrios”, comentó la directora general.
Una de las características que unen a estos nuevos establecimientos es que ya no son asociaciones o mutuales las que se ponen al frente de las escuelas, sino que son personas físicas y jurídicas las que deciden encarar el proyecto.
Por lo general, las nuevas instituciones no reciben subvención estatal, lo que hace que los montos de las cuotas sean más elevados. Así, las nuevas escuelas que se están creando en la ciudad están destinadas a un grupo de gente que puede afrontar el gasto mensual de la educación de sus hijos y sostener en el tiempo este gasto.
Para Uribe, la persona que decide que su hijo concurra a estas escuelas busca otra oferta, distinta a la que pueda ofrecer una institución pública. “La mayoría tiene inglés y computación. Otras plantean jornadas extendidas, que responde a una demanda laboral de padres que deben cubrir otros aspectos”, evaluó.
Aclaró que tanto en la escuela privada como en la pública los contenidos que deben abarcar y brindar son los mismos. Cualquiera de los establecimientos que se quiera abrir debe cumplir requisitos: lo pedagógico, el análisis de los supervisores y la cuestión contable. «Hay un proyecto supervisor de cada nivel para ver si cumple con todo. Una vez que está aprobado el proyecto pedagógico se exige la parte edilicia con todas las medidas de seguridad e higiene, seguros y salidas de emergencia, entre otras cosas. También se evalúa el estado contable, se exige que perdure en el tiempo. Hoy deben presentar, por más que abran con primer grado solo, la solvencia económica como si tuviesen todos los grados abiertos”, detalló la directora general de Enseñanza Privada.
FUENTE: La Mañana de Neuquén
