«Vestido Azul en un Sillón Amarillo», estaba desde 1950 en el Museo Henie Onstad y perteneció al marchante judío Paul Rosenberg.
«Vestido Azul en un Sillón Amarillo». «Vestido Azul en un Sillón Amarillo».
El centro de arte Henie Onstad (Noruega) anunció hoy que devolverá un cuadro del pintor francés Henri Matisse a los herederos de un marchante judío tras confirmar que la obra fue confiscada por la Alemania nazi durante la II Guerra Mundial.
El cofundador de este museo, situado a las afueras de Oslo, había comprado el cuadro «Vestido Azul en un Sillón Amarillo», en una galería de París hacia 1950, y este pasó a formar parte de la colección del centro de arte Henie Onstad la siguiente década.
La dirección del museo recibió hace dos años una reclamación de la familia de Paul Rosenberg asegurando que el cuadro era una de las 162 obras sustraídas al conocido marchante francés en 1941, durante la ocupación nazi de Francia.
«Una amplia investigación del caso ha llevado a la conclusión de que la reclamación es legítima. De ahí que el museo haya decidido devolver el cuadro sin ninguna reserva», declaró hoy su director, Halvor Stenstadvold, en una rueda de prensa en Oslo.
En la comparecencia pública estuvo también presente Christopher A. Marinello, representante legal de la familia Rosenberg, quien felicitó al museo por su decisión, a pesar de reconocer que hubo algunas complicaciones jurídicas al principio.
«Al final, el caso se solucionó por la fuerza moral de la reclamación. No había ninguna duda de que la familia Rosenberg tenía derecho a recibir de vuelta el cuadro», afirmó Marinello.
La obra está valorada en unos 100 millones de coronas noruegas (16,5 millones de dólares) y se la consideraba uno de los principales cuadros de pintores extranjeros de las colecciones de los museos noruegos.
El centro de arte Henie Onstad fue creado en 1968 por el magnate y coleccionista noruego Niels Onstad y su esposa, Sonja Henie, una popular deportista y actriz de cine, tres veces campeona olímpica y diez veces campeona mundial de patinaje sobre hielo en las décadas de 1920 y 1930.
Otra obra de Matisse, el retrato de una mujer que data de mediados de los años 20 era parte de la colección que mantenía el alemán Cornelius Gurlitt en su departamento de Bderlín, y que fuer confiscado por el gobierno alemán, en el llamado «botín nazi» de arte.