San Juan: un chico intentó suicidarse siguiendo una consigna del mortal juego de «la ballena azul».
El adolescente ingirió medicamentos antihipertensivos y tuvo que ser trasladado al hospital Rawson de la capital provincial; es el primer caso conocido en el país
Un adolescente sanjuanino de 14 años salvó su vida luego de haber intentado cumplir una de las 50 consignas -o pasos- del juego «La ballena azul», que ya generó la reacción de gobiernos en el mundo para investigar y advertir a la población sobre el riesgo de que los adolescentes participen de la práctica a través de Facebook o grupos de WhatspApp. El caso de San Juan es el primero conocido en el país.
El chico ingirió medicamentos antihipertensivos y tuvo que ser trasladado al Servicio de Urgencias del hospital Rawson de la capital provincial, donde permaneció en terapia intensiva hasta pasada la tarde. Ahora, según pudo conocer LA NACION, fue trasladado a terapia intermedia.
Hoy durante la madrugada, por WhatsApp, le había comentado a sus amigos que estaba jugando a «La ballena azul». Horas antes de sufrir la intoxicación, en su perfil de Facebook, el chico había atribuído su conducta autodestructiva al juego. Lo mismo hizo, más tarde, su hermano. Pero el caso trascendió recién a través de los mensajes de sus amigos en las redes sociales.
«No aguanto más mi vida. Siempre que quiero hacer bien las cosas las arruino… Adiós!!», fue una parte del último mensaje que escribió en su muro de Facebook.
La participación en el juego es a través de una invitación por las redes sociales, mediante un grupo cerrado -los miembros son los únicos que ven su contenido- y selecto. Una vez que el participante recibe la aceptación, empieza a compartir conversaciones (chats) privadas, en las que se les indica cómo avanzar en el juego. Para cumplir con los 50 pasos, un supuesto administrador del grupo puede apelar a la amenaza para que los adolescentes no abandonen antes de completar los desafíos, que incluyen desde autolesionarse hasta producirles daños a terceros, pasar horas sin dormir viendo películas de terror o atentar contra la propia vida.
Sin respuesta
El chico de San Juan pidió ayuda los días previos a intentar suicidarse, de acuerdo con sus mensajes en las redes sociales. Sin embargo, según se indicó ayer, no lo habrían tomado en serio y, además, sus padres desconocían lo que su hijo estaba atravesando.
«Soy un estorbo para tod@s. Dejaré todo», fue uno de esos mensajes. En otro, mostraba un brazo con el dibujo de una ballena: «Me dejarías jugar?? A la ballena azul», pedía.
El hermano dijo a Diario de Cuyo que la evolución del estado de salud del chico es buena. «Ahora -indicó-, estamos esperando que los médicos hablen con él sobre el motivo [de su conducta], porque la verdad es que no entendemos. A él no le falta nada y tiene mucho cariño y amor de parte de la familia y sus amigos.»
Y agregó: «Publicó lo de la ballena en su estado de WhatsApp, pero yo no le vi marcas en ninguna parte en las que el juego te reta a hacerlas. Mi madre está muy preocupada porque no sabe por qué reaccionó así. Es un chico estudioso, de buena conducta, va por buen camino. Y aunque no tengo mucho contacto con los amigos, sé por una cadena de mensajes que organizaron que [mi hermano] había dicho que ya estaba involucrado con el juego. Pero ellos no le querían creer».
El juego ya causó más de 130 muertes, incluidos casos en México, Colombia, Brasil, Uruguay y Chile. La Policía Federal brasileña está investigando tres muertes en ese país. En tanto, en Chile y en Uruguay, las autoridades advirtieron ayer a la población sobre los riesgos del juego para los adolescentes.