Paleontólogos encuentran en España los restos de un dinosaurio de más de 120 millones de años

El equipo “Garras” de la Universidad del País Vasco descubrió en La Rioja una nueva especie carnívora que dominó la Península Iberica hace millones de años; gracias a los recientes estudios se logró determinar qué alimentación poseía y cómo era su anatomía

En España descubrieron un nuevo dinosaurio carnívoro único en el mundo (Fuente: iStock)

Un grupo de paleontólogos españoles halló una nueva especie de dinosaurio en la localidad de Igea, en la comunidad autónoma de La Rioja, España. Esto marcó un hito sin precedente, ya que no se tenía información en detalle del mismo, el cual habitó la Tierra hace 120 millones de años. Tras el estudio que forma parte de la Tesis doctoral de Erik Isasmendi, investigador predoctoral en la Universidad del País Vasco (UPV), se dio a conocer esta noticia mediante la revista británica Zoological Journal of the Linneal Society.

Los científicos lo nombraron Riojavenatrix lacustris y perteneció a los espinosáuridos, un grupo de dinosaurios carnívoros que existieron en la Península Ibérica, de tamaño mediano a grande, con características anatómicas muy particulares. Lo cierto es que este nuevo descubrimiento se catalogó como el primero de su tipo en La Rioja.

El Riojavenatrix lacustris habitó la Península Ibérica hace 120 millones de años(Fuente: Zoological Journal of the Linneal Society)

En 1983 se encontraron los primeros restos fósiles en Igea, entre ellos, un maxilar fragmentado y dientes aislados. Aquellos restos junto a un esqueleto que se recuperó en 2005 se le asignaron al dinosaurio icónico inglés Baryonyx, pero, un reciente análisis con tecnología de punta cambió el panorama de la cuestión, ya que se trataba de una especie de la que aún no se tenía conocimiento.

“El nuevo género y especie, al que coloquialmente llamamos Britney, está basado en un esqueleto parcial, que consiste en restos de los miembros posteriores [fémur, tibia, fíbula, huesos del tobillo y falanges del pie] y de la pelvis [pubis e isquion], así como un resto vertebral”, dijo Erik Isasmendi a Compusa, el sitio de noticias de la Universidad del País Vasco, y agregó: “Presenta una combinación de caracteres anatómicos que lo hacen único y permite diferenciarlo de otros espinosáuridos”.

Con Riojavenatrix, ya son cinco los grupos descritos en el Cretácico Inferior de la Península Ibérica. Camarillasaurus en Aragón, Vallibonavenatrix y Protathlitis en la comunidad de Valencia; e Iberospinus en Portugal.

Algunas de las características del Riojavenatrix

Según informaron los paleontólogos, este dinosaurio medía entre siete y ocho metros y su masa corporal pesaba 1,5 toneladas. Era bípedo y se alimentaba especialmente de peces. Se cree que cazaba cerca de los lagos, zona natural de su hábitat. Sin embargo, también comentaron que era capaz de seguir y atrapar presas terrestres. Sobre su anatomía, contaba con dos poderosas garras de tres dedos funcionales y prominentes mandíbulas con dientes afilados.

Riojavenatrix lacustris medía entre 7 a 8 metros de largo y pesaba 1,5 toneladas(Fuente: Zoological Journal of the Linneal Society)

El director de la Tesis de Erik, Xabier Pereda Suberbiola, declaró al sitio oficial antes mencionado: “Los fósiles descubiertos son de gran interés paleontológico y nos permiten poner a Igea en el mapa mundial de los espinosáuridos y de los dinosaurios carnívoros, en general”.

Desde la Universidad del País Vasco indicaron que Igea es uno de los sitios de mayor cantidad de yacimientos y restos fósiles de espinosáuridos en todo el mundo, al tiempo que subrayaron que gracias al trabajo exhaustivo del equipo “Garras”, es que se lograron tantos descubrimientos como este. De momento, solo se encontraron algunas piezas inferiores de Riojavenatrix y el próximo paso sería reconstruir por completo su cuerpo para una posterior presentación de un modelo a escala.

Estas son las características que definen a los espinosáuridos

Los espinosáuridos son una clase de terópodos que, según describieron desde la UPV, tienen un cráneo bajo y alargado con mandíbulas provistas de dientes cónicos, “similar al de los cocodrilos modernos, y unos brazos largos y robustos con manos de tres dedos terminadas en poderosas garras, destacando por su gran tamaño la del dedo uno, el equivalente a nuestro dedo pulgar”.

Fuente: La Nación

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