El viernes, con invitados, en el Teatro Arrimadero. El grupo ofrecerá la música suave de sus dos discos.
El próximo viernes, en ciclo de musicales de verano del Teatro Arrimadero (Misiones 234), a las 22, con una entrada de 40 pesos, sonarán las melodías de Páramo, que compartirá escenario con la talentosa María Suárez, Guillermo Destaillats (en bandoneón), Pablo «Macu» Venegas (en percusión) y Fernando Barraza (en bajo y ukelele).
Como explicó al diario «Río Negro» Federico Falcón, voz y guitarra de Páramo, el proyecto nació en el 2002, integrado por él mismo junto con Carli Arístide (guitarra) y más tarde se sumarían Leila Cherro (chelista, integrante en la actualidad de los Azules Turquesas, la banda de Lisandro Aristimuño) y Gaspar Tytelman (percusión).
«Las canciones son en su mayoría mías –detalla el músico–, y también compusimos con Carli Arístide».
Así, la dupla grabó dos discos: el primero se llama «Páramo» y, el segundo, «Lejanía».
En este material, grabaron también Palo Pandolfo, Lisandro Aristimuño y Soema Montenegro, entre otros referentes de la escena independiente local.
«Si hablamos de géneros (musicales) no sabría dónde encasillarlo (al grupo)… hay, creo, una presencia folclórica, sin ser folclore, que supongo –y después de mucho pensarlo– tiene que ver con la infancia, con el hecho de haber estado cerca de eso por mi viejo que es músico –rememora Falcón–, y que tenía un grupo de música latinoamericana que se llamó Contrapunto».
Y sigue: «Después, obviamente hay algo que tiene que ver con una cuestión más roquera, y siempre algunos aportes de otros estilos –detalla, sobre su música–. Pero cuando uno compone trata de hacer una canción que le guste, y después la canción rumbea un poco para donde ella quiera, te diría».
Según la reflexión que compartió Fernando Barraza con «Río Negro», «la música de Federico nace de la misma semilla de la canción intimista y súper ecléctica que proponen cantautores treintañeros como Lisandro Aristimuño o Lucio Mantel: paisajes sonoros suaves, cierta melancolía presente en cada tema y un preciosismo en los arreglos de canciones que esencialmente son sencillas».
Barraza destaca que esta música tiene mucho que ver con Aristimuño, «más allá de lo estrictamente musical, pues los dos son del mismo pueblito» y han sido «buceadores de los mismos discos» en la adolescencia.
FUENTE: diario Río Negro
