Hoy el cantautor vasco inicia una gira por el país, tras 43 años de ausencia.
Referente de la canción política, estuvo exiliado en España. El cantautor vasco Patxi Andión, referente de una canción comprometida y política que lo confinó al exilio en la España franquista, concretará desde hoy y con el repertorio de su más reciente disco «Porvenir» bajo el brazo, una gira argentina con nueve conciertos por la que esperó 43 años.
La cita es hoy, en Casino Magic de Neuquén. Seguirá el viernes por el Aula Magna de la Universidad Nacional del Sur de Bahía Blanca, y el martes 18 por el Centro Municipal de Cultura de Viedma.
«Visité la Argentina en junio de 1970 y como estaba seguro de volver rápidamente, me convencieron de que para no tener problemas de exceso de equipaje en el avión, dejara mi guitarra en Buenos Aire. Pero las cosas se torcieron una tras otra y recién ahora puedo regresar», recordó Andión a través del correo electrónico.
A impensada distancia de aquel acontecimiento, el actor y docente universitario, de 65 años, deslizó que «no espero que me devuelvan mi guitarra (aunque no estaría mal), pero sí que me devuelvan el tiempo interrumpido».
Autor de clásicos de la canción social como «La Jacinta», «Canto», «Compañera» y «La niñez», el también actor y profesor universitario destacó que el repertorio que plasmó en su vigésimo álbum «Porvenir», «es necesario porque aunque la nostalgia da gusto, tiene las patitas cortas y no nos lleva a ningún lado».
«Un artista necesita estar vivo. Vigilando el pasado pero preparando el futuro», reflexionó Patxi acerca del disco que le permitirá andar por varios escenarios argentinos.
–¿Considera que el trovador tiene una misión por cumplir?
–El artista se expresa en su tiempo porque como dice el viejo proverbio árabe: «Un hombre se parece más a su tiempo que a su padre» y por ello cumple una misión quiera o no quiera. Es verdad que hay artistas que prefieren pasar de puntillas. Lo que respeto pero no comparto y otros que lo fían todo a la memoria. Yo creo en el trabajo y a eso me he dedicado, solo a eso.
–Qué diferencias encuentra entre el tiempo en el que sus canciones fueron prohibidas por el dictador Franco y la actualidad social y política de España?
–Aquélla era una dictadura feroz basada para los artistas en una censura dura e infantil a la vez y esta es una democracia «pop» deficitaria y engañosa.
–¿Y en relación con el País Vasco y sus luchas?
–El País Vasco ha vivido una dura transición entre la dictadura y la democracia enredado en una violencia necesaria en su origen e injustificada después. Recién ahora unas gentes pasean sin mirar atrás y otras se pueden sentar de espaldas a las puertas. Todo esta recomponiéndose y cualquier foto hoy es solo una polaroid. Expresiva pero insuficiente.
–¿Qué opinión le merecen los actuales gobiernos latinoamericanos?
–Los gobiernos en Latinoamérica han estado siempre cimentados en las clases ilustradas criollas y casi siempre las masas populares tuvieron un papel testimonial a lo sumo, con honrosas excepciones. La llegada de estas masas a niveles próximos a la verdadera participación democrática es el mayor logro de la sociedad política latinoamericana. Veo el futuro con orgullo e ilusión. (Télam).-
FUENTE: diario Río Negro