Petrona Eyle: la médica feminista argentina que luchó por los derechos de las mujeres en América Latina

La doctora y activista social argentina Petrona Eyle, pionera en la carrera de medicina, que luchó por los derechos de las mujeres en América Latina y presidió numerosas organizaciones humanitarias y feministas, es homenajeada este lunes por Google en su 155° aniversario.

A través de su habitual doodle, el reconocido buscador diseñó una ilustración donde une las dos vocaciones de Eyle, que se la ve con un estetoscopio, mientras brinda una conferencia a un grupo de mujeres.

Petrona Eyle nació el 18 de enero de 1866 en Baradero, provincia de Buenos Aires. Se recibió de maestra en 1879 y años más tarde viajó a Suiza para estudiar medicina en la Universidad de Zurich, la primera universidad europea en aceptar estudiantes mujeres. Tras su graduación, con 25 años, regresó a la Argentina e hizo historia cuando revalidó su título para convertirse oficialmente en médica en el país.

Al tiempo, comenzó a trabajar en los hospitales públicos, lugar donde se inició como militante feminista. Desde entonces, Eyle se dedicó a mejorar la vida de las mujeres a través de su participación en numerosas organizaciones.

En 1901 organizó el Consejo Argentino de Mujeres y en 1910, junto a Cecilia Grierson, fundó la Asociación Universitarias Argentinas en Buenos Aires, una asociación feminista que luchó por la igualdad de derechos legales y sociales.

Eyle también organizó, ese mismo año, el Primer Congreso Feminista Internacional, que se celebró con un rotundo éxito tras el centenario de la Revolución de Mayo.

A los 65 años, fundó la revista Nuestra Causa, donde defendió el derecho de la mujer al voto, la intervención activa en los movimientos políticos y la viabilidad de ocupar cargos públicos.

Petrona Eyle murió en 1945, pero su activismo abrió camino a grandes conquistas feministas. Dos años después, en 1947, las mujeres obtuvieron su derecho al voto. Hoy, una de las calles del barrio porteño Puerto Madero lleva su nombre en reconocimiento a su incansable lucha.

Fuente: La Nación

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