Richard Nixon (derecha) junto a los astronautas del Apollo XI Neil Armstrong, Michael Collins y Buzz Aldrin.
Se trata de un documento en el que el ex presidente de EEUU admitía el fracaso de la expedición del Apolo 11 a la Luna, y que desde la muerte de Armstrong está dando vueltas por Internet.
Desde la muerte de Neil Armstrong, el pasado sábado, está circulando en Internet un documento, que asegura ser el discurso que Richard Nixon habría tenido preparado en caso que la expedición del Apolo 11 a la Luna hubiese fracasado.
Según publica el medio español El Mundo, se trata de un documento titulado «En caso de desastre lunar», redactado por el ganador del premio Pullitzer William Safire.
En el documento, con fecha 18 de julio de 1969, se lee: «la suerte ha ordenado que los hombres que fueron a la Luna a explorar en paz, se quedarán en la Luna a descansar en paz»
«Estos valientes hombres, Neil Armstrong y Edwin Aldrin, saben que no hay esperanza para su recuperación. Pero tembién saben que hay esperanza para la raza humana en su sacrificio».
«Estos dos hombres están dejando sus vidas por el objetivo más noble de la raza humana: la búsqueda por la verdad y el entendimiento».
«Ellos serán llorados por sus familias y amigos; ellos serán llorados por la nación: ellos serán llorados por las personas del mundo; ellos serán llorados por la Madre Tierra que se atrevió a mandar a dos de sus hijos a lo desconocido».
«En su exploración, ellos movieron a las personas del mundo para que se volvieran uno; en su sacrificio, ellos unen con más fuerza la hermandad del hombre».
«En los días antiguos, los hombres miraron hacia las estrellas y vieron a sus propios héroes en las constelaciones. En los tiempos modernos, hacemos más de lo mismo, pero nuestros héroes son hombres épicos de carne y sangre».
«Otros seguirán, y de seguro encontrarán su camino a casa. La búsqueda del hombre no será negada. Pero estos hombres fueron los primeros, y lo serán por siempre en nuestros corazones».
«Porque todos los seres humanos que miran arriba a la Luna, en las noches que vendrán, sabrán que hay una esquina de otro mundo, que será por siempre humano».
Además, en el documento hay instrucciones para que Nixon, antes de leer el discurso, llamara a cada una de las futuras viudas, y para que luego de leerlo, un sacerdote llevara a cabo un funeral simbólico en el mar.