Excelente informe del diario regional La Mañana Neuquén. Historia, novela, biografías de próceres, teatro y hasta ensayos sobre cómo captar electores son algunas de sus preferencias.
Cuando estudiaba en la escuela secundaria en Comodoro Rivadavia, más allá de la obligación de estudiarlo, a Rolando Figueroa el libro Las aventuras del Lazarillo de Tormes le permitió viajar por diversos lugares como para contrarrestar el extrañamiento que sentía por Neuquén. Esta novela española anónima que cuenta la vida de ese niño en el siglo XVI fue una de las marcas de lectura que tuvo aquel adolescente que hoy es el vicegobernador de la provincia.
Figueroa lee libros en formato papel, le gusta ir a la librería y elegirlos. Cuenta que su momento de lectura es cuando viaja y por las noches, y sobre todo cuando disfruta de la tranquilidad en Huinganco.
Los de historia son sus preferidos y si tratan sobre Neuquén, mucho mejor. “De Gregorio Álvarez me he leído todo”, señaló.
Sobre su despacho en la Legislatura despliega algunos de los últimos libros que leyó: La voz del gran jefe y El hombre del Bicentenario, las biografías de San Martín y Belgrano, respectivamente, escritas por Felipe Pigna. Por estos días, está sumergido en la lectura de una biografía sobre Francisco de Miranda de Manuel Giraldo. “Miranda es el ideólogo de toda la revolución latinoamericana, es un personaje muy interesante”, explicó.
Las lecturas de placer se mezclan con temas de finanzas públicas “porque me sirven para la actividad diaria”.
Pobre patria mía, de Marcos Aguinis, es el libro que más a mano tiene el intendente de la ciudad, Horacio Quiroga, y uno de los que más lo han influenciado en su carrera política. Desde hace un largo tiempo ese ejemplar permanece en su mesa de luz, aunque hoy lo comparte con La traición de Darwin y El límite de las mentiras, de Gerardo Bartolomé, y La tragedia educativa, de Jaim Etcheverry, que conforman sus más recientes lecturas.
“La tragedia educativa es una clara descripción del principal problema que tenemos los argentinos y sobre el cual nos tenemos que dar un profundo debate: la falta de calidad de nuestra educación”, explicó sobre el libro publicado en 1999 y que sigue reeditándose.
Pechi prefiere los libros de historia y política, y dedica una o dos horas del día a la lectura. Aunque lee en formato papel, resaltando lo que le parece interesante, de a poco se va acostumbrando a la tablet, donde ya tiene descargados varios e-books.
Confiesa que en su carrera política las obras que más le han marcado el camino fueron las del pensador Giovanni Sartori, por ejemplo Qué es la democracia, y de Aguinis, El atroz encanto de ser argentino y Pobre patria mía.
Descanso de lo cotidiano
“Leo porque descanso de lo cotidiano de la política”, comentó el diputado nacional del Frente para la Victoria, Darío Martínez, quien siempre lleva un libro vaya donde vaya. Se considera un lector “apasionado” por la historia, “pero si es novelada mejor, porque es más entretenida”.
Aprovecha sus viajes en avión para dedicarle tiempo a la lectura. Por estos días está en las páginas finales de El asesinato de Sócrates, del madrileño Marcos Chicot, que por momentos deja para sumergirse en Triunfo buitre, del historiador Norberto Galasso. “Tengo la obligación de leerlo”, explicó Martínez, quien en su momento cuestionó el acuerdo del gobierno de Macri con los fondos buitre. Entre sus últimas lecturas también mencionó La venganza de los patriotas, de Miguel Bonasso.
El libro que más lo ha marcado es Conducción política, de Juan Perón. “Es la biblia de lo que es un proyecto político, es como ‘Cambalache’, que siempre es actual. Es un libro para tomar cada decisión”, explicó.
El diputado nacional de Cambiemos Leandro López también dedica tiempo a la lectura durante los viajes en avión. En estos últimos meses consumió biografías de lideres políticos como La sonrisa de Mandela, del periodista inglés John Carlin, y El puente. Vida y ascenso de Barack Obama, de David Remnick, quien fue director del diario The New Yorker.
“Este año me copé con estas biografías porque son personajes inspiradores”, describió López. “Este último año y medio viajo mucho en avión, de Buenos Aires a Neuquén y viceversa, por lo que estoy leyendo muchísimo, son cuatro horas por semana sin celular y sin interrupciones”.
En estos días se encuentra entusiasmado con La política en el siglo XXI: arte, mito o ciencia, el libro escrito a cuatro manos por los asesores políticos Jaime Durán Barba y Santiago Nieto. “Durán Barba analiza la mente del elector del siglo XXI, qué cosas atrae a la gente, cómo comunicar, cómo generar un discurso que pueda atraer al electorado”, explicó el diputado.
Aclaró que sus lecturas generalmente son novelas y no tanto sobre política, y confesó que es un asiduo lector de literatura latinoamericana, y mencionó algunas de sus preferencias, como La noche de la usina, de Eduardo Sacheri. “Trato de leer todo el año, me gusta, me relaja y me desconecta”, explicó López.
La concejala de Libres del Sur Mercedes Lamarca es una lectora de vacaciones, tiempo en el que “devora” libros. “Para leer necesito tener tranquilidad, relajarme, poder concentrarme, por eso en vacaciones me llevo una pila de libros”, comentó. Y agregó que siempre fue lectora de libros históricos pero en la actualidad prefiere las novelas “para dispersar la cabeza, nada que me lleve a la realidad”.
Aunque hace poco se compró la colección del sueco Henning Mankell, conocido por su serie de novelas policiales protagonizadas por el inspector Kurt Wallander, Lamarca apenas pudo leer Un ángel impuro. Hace unos meses atrás, volvió a leer Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, el libro “que siempre leo cuando estoy embarazada”. Y a la hora de elegir una literatura escrita por mujeres, la concejala se inclina por la chilena Marcela Serrano.
Cuando llega a su casa, tras una jornada de exposiciones y debates desde su banca de diputada del Frente de Izquierda y los Trabajadores, Patricia Jure sabe que en algún momento se sumergirá en La Revolución Rusa en el siglo XXI, un libro que recopila textos de Pablo Rieznik, Jorge Altamira, entre otros históricos dirigentes y pensadores de izquierda.
Jure reemplazó el libro en papel por la lectura en formato digital. No obstante, sigue enamorada de esos textos leídos durante su época de directora de teatro, de autores como el francés Antonin Artaud, Bertolt Brecht, Roberto Arlt. “Creo que tiene que ver con mi búsqueda de esos años: la indignación por la desigualdad”, precisó.
Jure lee de noche, a veces comparte ese momento “supremo” con sus hijos, de 12 y 15 años, con quienes disfruta la serie de novelas fantásticas de Harry Potter, escrita por la autora británica J. K. Rowling. “Leer por placer es mi gran deuda, y siempre estás esperando irte a Copahue o a algún lugar sin internet para que nadie te interrumpa ese momento de placer con un libro”, aclaró.
¿Ser un buen lector ayuda a ser mejor político?
Rolando Figueroa. Nosotros somos también nuestra historia y uno, sabiendo por qué está en este lugar y el rol que le toca desempeñar, sabiendo cómo sucedieron los hechos, siempre ayuda para estar mejor en tiempo y espacio. Por eso leo mucha historia”.
Horacio Quiroga. La política es un acto intelectual y científico, acompañado por un grado de pasión. Toda acción debe tener su sustento teórico, no tener determinada formación intelectual nos puede llevar a ser ansiosos sin rumbo”.
Mercedes Lamarca. En la vida en general, y no solamente para aquellos que hacemos política, la lectura es importante. Pero también ayudan las experiencias de vida, en mi caso la formación política, el feminismo, el exilio con mis padres durante la dictadura”.
Leandro López. Leer cambia la perspectiva de vida. Cualquier persona leyendo se enriquece y piensa mejor. Cuanto más se lee y cuanta más experiencia de vida se tenga, más se enriquece, y eso aplicado en un político puede mejorar en algo sus decisiones y rumbos”.
Darío Martínez. Siento una profunda admiración por la gente que es muy leída porque creo que esa condición ayuda en su pensamiento y en sus acciones y determina el destino de la gente. La lectura otorga un valor agregado, ojalá no la perdamos”.
Patricia Jure. La lectura es absolutamente necesaria. La sensibilidad con la que me zambullí en la militancia necesita todo el tiempo de referencias que tienen que ver con el mundo que uno desea. Es la manera de buscar una metáfora a la injusticia y a la vida”.
Los políticos neuquinos aseguran que en campaña tienen poco tiempo para leer por placer.
Figueroa, Quiroga y Lamarca cuentan qué libro les gustaría escribir
LM Neuquén les consultó a los políticos si les gustaría escribir un libro y sobre qué trataría. Algunos no se imaginaron en ese papel de escritores, otros expusieron sus deseos.
El intendente Horacio Quiroga dijo que es una deuda pendiente que tiene y que contaría “lo vivido desde la actualidad y hacia atrás todo lo que registre mi memoria, y sobre el futuro que me imagino para Neuquén”.
Por su parte, el vicegobernador Rolando Figueroa se imagina contando el nacimiento de nuestra patria “pero con una mirada neuquina”. “Incluso Gregorio Álvarez dice que esa es una zona gris de la historia”, apuntó.
En tanto, la concejala Mercedes Lamarca se inclinaría por relatar la experiencia del exilio que vivió su familia en Valencia, España, durante la última dictadura militar.