Se acerca el temido asteroide Apofis

AsteroideMide unos 400 metros y su poder destructivo, en caso de colisión, sería brutal. Los astrónomos han rebajado las probabilidades de una colisión fatal en 2029. Mañana será visible desde el telescopio y aportará nuevos datos a los astrónomos.

El asteroide 99942 Apofis, bautizado con el nombre del dios egipcio de la destrucción, pasará cerca de la Tierra mañana 9 de enero y podrá ser observado por telescopio desde todo el mundo.

La distancia a la que pasará en esta ocasión, 14,5 millones de kilómetros, está lejos de ser una amenaza, aunque servirá para que los astrónomos conozcan mejor su órbita y su composición.

Esta roca de 400 metros de longitud, que da una vuelta al sol cada 323 días y se cruza dos veces al año en la órbita de nuestro planeta, se hizo famosa a finales de 2004 cuando, poco después de su descubrimiento, se estimó que tenía altas probabilidades de colisionar con la Tierra en abril de 2029. Observaciones posteriores permitieron comprobar que ese riesgo era en realidad muy lejano y se desactivaron las alarmas, aunque se abrió otra ventana de posible colisión en 2036 que permanece abierta.

Aunque el impacto se ha descartado para esa fecha, el 13 de 2029 el asteroide pasará realmente cerca de la Tierra. En concreto, lo veremos cruzar a 30.000 kilómetros de nuestro planeta, una décima parte de la distancia a la que se encuentra la Luna (385.000 km) y más cerca que los satélites de comunicaciones.

Ese día se verá como un objeto brillante sobre el Atlántico y se tendrá una oportunidad ideal para estudiar su composición.

A falta de datos más precisos, la probabilidad de que Apofis golpee la Tierra en 2036 se estima en 1 entre 45.000. Si el asteroide alcanzara nuestro planeta, la colisión desataría la energía de 100.000 bombas como la de Hiroshima, afectaría a miles de kilómetros y la nube de polvo envolvería nuestro planeta.

Los datos obtenidos este miércoles servirán para conocer la órbita del asteroide con mayor precisión. La NASA apuntará hacia Apofis sus radares más potentes, incluyendo los de Goldstone, en California, y el radiotelescopio de Arecibo, en Puerto Rico, y la Agencia Espacial Europea, usará el observatorio Herschel de infrarrojos.

Las observaciones deben servir para calcular mejor la masa y la velocidad a la que rota, fundamentales para calcular la trayectoria. También se está investigando la forma en que la luz del sol podría modificar esta trayectoria, y la Agencia Espacial Rusa ha anunciado que tiene intención de enviar una misión al asteroide y colocar una baliza que permitiera realizar un seguimiento preciso.

Fuente: diario Río Negro

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