Hoy se estrena en Neuquén «Cloud Atlas: la red invisible». Es una historia que se desarrolla en múltiples líneas de tiempo. Se trata de otra megaapuesta de los hermanos Wachowsky.
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Superado la temporada superhéroes y secuelas, llega «Cloud Atlas» una épica compleja que bien podría ser un aperitivo de los títulos que buscan con descaro la gloria de las estatuillas de la Academia de Hollywood.
El cóctel pinta bien. Una novela de éxito, de manos del británico David Mitchell, con una historia de amor complicada y protagonizada por Tom Hanks y Halle Berry, ganadores ambos de un Oscar y pesos pesados de la gran pantalla, pese al declive de Berry tras ganar su estatuilla por «Monster’s Ball» hace más de una década.
Además, la película cuenta con un reparto importante para secundar los roles principales, con una veterana como Susan Sarandon y Hugh Grant, además de Hugo Weaving, Jim Sturgess, Doona Bae, Ben Whishaw, James D’Arcy, Xun Zhou, Keith David y David Gyasi.
Después, aunque no sea lo primero que atraiga al espectador, está el hecho de contar con un trío de categoría en la dirección, Lana Wachowski y Andy Wachowski, famosos por ser los responsables de «Matrix» –una revolución para el cine de ciencia ficción–, junto a Tom Tykwer, autor de la mítica «Corre Lola Corre».
El marco es imponente, en una sola historia que se desarrolla en múltiples líneas de tiempo a lo largo de un período de 500 años, dando saltos desde épocas remotas hasta un posible futuro. Los personajes se conocen y se reencuentran entre una vida y la otra. Nacen y renacen, siempre con el amor como nexo durante todo el largometraje.
A medida que las consecuencias de sus acciones y elecciones afectan a los demás a través del pasado, el presente y el futuro remoto, un alma se transforma de un asesino en un héroe y un solo acto de bondad se desplaza a través de los siglos para inspirar una revolución. Todo está conectado.
De momento, la película ha arrancado con buena acogida de público y crítica en el festival de Toronto, donde recibió una ovación de 10 minutos. Es, sin duda, un caramelo de difícil digestión a nivel comercial, pues se trata de un largometraje de casi tres horas de duración –164 minutos para ser exactos–, con una línea argumental que a menudo se hace complicada de seguir por los saltos en el tiempo, una especie de ejercicio mental para el espectador.
Para Lana Wachowski «es cine experimental» de alguna manera. «La película habla del valor humano, y los productores tuvieron mucho valor, o estupidez, para producirla».
Es también la cinta independiente más cara de la historia del cine con 100 millones de dólares de presupuesto, producida por los estudios Warner Brothers de forma parcial pero con capital alemán en su mayoría de varias firmas involucradas con la industria del cine.
Tiene pues el listón muy alto para hacer caja y no pasar a engrosar las listas de los grandes fiascos financieros como aquella ambiciosa «Waterworld» de Kevin Costner, que con un presupuesto de 175 millones de dólares logró recaudar tan solo 88 millones en Estados Unidos.
Muchos sostienen que la novela de Mitchell es demasiado grande y compleja como para ser adaptada al cine en una sola película, de ahí el experimento de los tres directores, que se repartieron la tarea de rodar en distintas épocas y luego montar la cinta.
Cuentan con Tom Hanks como gran reclamo, un valor seguro en un Hollywood donde las apuestas arriesgadas como «Cloud Atlas» casi nunca tienen cabida. Veremos qué tal resulta la osadía.
FUENTE: diario Río Negro