El movimiento ocurrido luego de una tormenta en el Atlántico Norte produjo no sólo ondas P -perceptibles por los animales antes de los sismos-, sino también ondas S, más lentas y que se mueven sólo a través de sólidos.
Científicos que estudian terremotos en Japón afirmaron haber detectado un extraño temblor por primera vez, y rastrearon su ubicación en una lejana y poderosa tormenta. Los hallazgos, publicados en la revista estadounidense Science, podrían ayudar a los expertos a saber más sobre la estructura interna de la Tierra y mejorar así la detección de terremotos y tormentas oceánicas.
El estudio de la revista Science detalla cómo los investigadores rastrearon la dirección y la distancia con el origen de las ondas, y los caminos que recorrieron. El descubrimiento «da a los sismólogos una nueva herramienta para estudiar estructuras más profundas de la Tierra», dijeron Peter Gerstoft y Peter Bromirski de la Universidad de California, en San Diego, en un artículo en la revista Perspective. Aprender más sobre los microsismos de onda S podría «ampliar nuestra comprensión de la corteza más profunda y de la estructura del manto superior».