No pudo viajar a Madrid por su trabajo como director de la obra “Parque Lezama”, en el Liceo. Lo entusiasma que “Futbolín”, como se llama en España, se esté por estrenar en Inglaterra y los Estados Unidos. Y planea más…
Por Gaspar Zimerman (Diario Clarín)
Juan José Campanella se enteró en plena oscuridad de que Metegol había ganado el Goya a la mejor película de animación. Estaba en medio de la función dominguera de Parque Lezama, la primera obra que dirige, protagonizada por Luis Brandoni y Eduardo Blanco en el teatro Liceo. “Es un premio que me pone muy orgulloso y contento, pero lamentablemente no puedo dejar mi trabajo para viajar. Ya me tomé mis vacaciones y no puedo faltar a mi trabajo”, cuenta vía telefónica, en el intervalo. Ir a ver Parque Lezama es parte de una rutina que cumple por lo menos tres veces por semana: “Hay dos motivos por los que vengo. Primero, porque lo disfruto como loco. En las obras donde hay muchas risas y emociones, el público es muy comunicativo, y eso se disfruta mucho. Segundo, porque a lo largo del tiempo y de las funciones van ocurriendo cosas nuevas, en general muy buenas, y hay que hacérselas notar a los actores para que queden. Para mantener la frescura de una obra que está mucho tiempo en cartel, el director tiene que estar”.
Por eso anoche, al escenario del auditorio del hotel Auditorium de Madrid, donde se entregaron los premios de la industria del cine español, subieron Gastón Gorali, la española Mercedes Gamero y Axel Kuschevatzky, productores de la película. “Esto muestra la importancia de las coproducciones y la cantidad de películas que podemos hacer: Argentina y España hacemos que el océano Atlántico parezca un charco cuando trabajamos juntos. Y esta película está dando la vuelta al mundo: fue vendida a 70 países cuando decían que sólo los americanos podían hacer animación. Pasamos muchos momentos difíciles: fueron siete años, con casi 400 personas trabajando, y es emocionante saber que podemos ser reconocidos”, expresó Gorali. “El es -dice Campanella- el que generó el proyecto, la primera persona a bordo. Yo fui la segunda”.
¿Este es el broche de oro para “Metegol”?
Esperemos que no. Esto recién empieza: ahora viene el estreno en los Estados Unidos e Inglaterra, comienza la vida de Metegol en muchos otros países. Ya se estrenó en el mundo de habla hispana. Ahora ahora viene todo el resto.
¿Cómo le fue en otros países?
Bastante bien, considerando que la competencia ha sido feroz este año. En España se estrenó el mismo día que Lluvia de hamburguesas 2 y una semana después que Frozen. Pero en este tiempo hemos aprendido mucho sobre la película y cómo comunicarla. Estamos muy contentos.
Además de ser premiada, la vieron más de dos millones de personas y fue la película argentina más vista de 2013. ¿Esperabas que pasara todo lo que pasó con “Metegol”?
Cuando uno hace cualquier obra espera lo mejor, pero la realidad siempre te da menos. Lo esperaba desde la esperanza, no desde las expectativas. Siempre trato de tener las expectativas abajo del millón de espectadores.
¿Cuál fue la clave del éxito?
La clave del éxito es imposible de dilucidar. En caso de averiguarla, uno terminaría haciendo siempre lo mismo. Hay un elemento que siempre tiene que estar presente para que la audiencia se relacione con una película, sea una comedia, un drama, un policial o una de animación: tiene que enamorarse de los personajes. Y supongo que eso habrá ocurrido también en este caso.
Es una película muy argentina. ¿El público del resto del mundo la entendió?
La película fue doblada en todos los países en los que se dio. En Brasil, al portugués; en España, al castizo; en el resto de Latinoamérica, en el español neutro de las películas de animación. Yo hubiera estrenado algunas versiones en “argentino”, pero no fue esa la decisión de las distribuidoras. Habiéndola visto en tres españoles, portugués e inglés, puedo decir que el público la ve como si fuera de su propio país.
Según dijo Gorali cuando subió a recibir el premio, tardaron siete años en hacerla. ¿Fue la película que más trabajo te dio en tu carrera?
Sí, fue la que más laburo me dio y espero que no haya ninguna otra que se le aproxime. Nos metimos en esto para escaparle a la rutina y terminó siendo un trabajo de oficina, de muchas horas diarias. Desde el comienzo hasta el estreno pasaron seis años y medio. Fueron tres años y medio de desarrollo de la historia, porque paralelamente a la escritura del guión tuvimos que hacer la invención de los personajes, y tres años de producción.
¿Volverías a dirigir una película animada?
Quiero volver a la artesanía habitual, y que la próxima sea con gente. Pero sí, en el futuro quiero hacer otra. Después de todo, Metegol es el comienzo de un estudio de animación que se llama Mundo loco.
¿Esa película con actores ya tiene un guión?
Este año trabajaremos con Eduardo Sacheri en algo, pero todavía estamos en una nebulosa total. Y vengo de filmar el piloto de una serie en los Estados Unidos, de los productores de Breaking Bad. Pero ahora Parque Lezama me tiene a full: me da satisfacciones permanentemente.